martes, 18 de diciembre de 2012

Religiosa camagüeyana denuncia violación de derechos por parte de los Estados Unidos


En entrevista realizada por Rosa María Moros Fernández de la emisora Radio Cadena Agramonte de Camagüey -que reflejo más adelante- la reconocida pastora evangélica Esther Sofía Quintero Labrada, admirada y respetada no solo por los camagüeyanos dada su actitud íntegra y comprometida con las más nobles causas humanas, se opone enérgicamente a una reciente decisión yanqui. Mediante  la Oficina de Control de Activos Extranjeros, del Departamento estadounidense del Tesoro, determinaron congelar los fondos recaudados en América Latina, para un encuentro continental evangélico a celebrarse en febrero próximo en nuestro país. Una acción más del genocida bloqueo y del ensañamiento imperial de poner frenos al desarrollo de la vida, incluso espiritual, de los cubanos.
La unidad: esa fuerza que construyen los cubanos


Por Rosa María Moros Fernández/Radio Cadena Agramonte.


 Esther Sofía Quintero Labrada
Esther Sofía Quintero Labrada
Reveladora, más allá del halo espiritual de la expresión, resultó la conversación con Esther Sofía Quintero Labrada, pastora evangélica que imprime idéntica entrega a su fe y a su impecable praxis ciudadana.
Asentada en Camagüey hace poco más de cinco décadas, simultanea disímiles tareas de servicio comunitario con sorprendente dinamismo para sus 82 años de edad.
“Por más de medio siglo he estado vinculada al Consejo de Iglesias de Cuba, desempeñando responsabilidades diversas; aquí en Camaguey ejercí como pastora por 15 años; fui diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular y ahora tengo otras tareas que, desde los principios cristianos, se articulan armónicamente con el proyecto social que construimos”.

-¿Es su experiencia personal un caso aislado en el contexto de la congregación que representa, o una nítida expresión del espíritu de unidad que prima entre los cubanos?
“La Constitución de mi país recoge en uno de sus artículos que los cubanos son libres  de profesar y practicar sus creencias religiosas. Con conocimiento de causa, suscribo la veracidad de ese enunciado. Y te digo más: en Cuba tenemos alrededor de 56 denominaciones evangélicas, sin contar las demás religiones, en cuyos cultos participan esas mismas personas que también estudian, trabajan y se insertan en las dinámicas de las áreas en que residen. Eso es unidad, partiendo de construir de manera permanente espacios de encuentro y de diálogo”. 

-Aunque en términos filosóficos difiera la concepción del mundo, sin dudas compartimos principios universales. ¿Cómo logran entonces interactuar las personas de fe con las no creyentes?
“Desde el respeto mutuo. Cada quien es libre de creer o no creer. En mi caso sigo lo expresado en la Biblia, en el sentido de que la fe, sin obra, es muerta. Y estoy convencida de que, desde fuera de la religión, también es posible ayudar a los demás; contribuir al bienestar de otras personas, proteger al desvalido, al enfermo, compartiendo con equidad lo que tenemos. En tal sentido, la Revolución Cubana ha demostrado con hechos que, si bien nuestros caminos parten de puntos diferentes, se dirigen al mismo destino: el ser humano y su bienestar”.
-Como parte de la política de bloqueo contra Cuba, ahora la Oficina de Control de Activos Extranjeros, del Departamento estadounidense del Tesoro, se adjudicó el derecho de congelar los fondos recaudados en América Latina, destinados a un encuentro continental evangélico fijado para febrero próximo en nuestro país. ¿Cómo interpreta tal desafuero?
“Es una violación flagrante de un derecho que tienen las iglesias de reunirse cuándo y dónde lo determinen. Son alrededor de cien mil dólares, recaudados por  las iglesias evangélicas para contribuir a sufragar un Congreso que cada seis años celebra el Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAE). Aún con esa demostración de fuerza, queriéndonos aislar, para que la Isla no acoja un encuentro de esa envergadura, que no le quepan dudas a nadie de que el Congreso lo celebraremos en Cuba. Esa es nuestra respuesta digna, la de un pueblo que durante más de 50 años ha sabido luchar por lo que cree, defenderse, y usar la “honda de David”.
-Esther, se aproxima la Navidad, una celebración entrañable para los cristianos, ¿qué mensaje transmitiría a los cubanos creyentes y no creyentes?
“Desde nuestra perspectiva de fe, en ese mensaje hacemos votos de unidad y amor, pues aún en medio de inevitables dificultades y obstáculos, seguimos adelante, con la voluntad de que prevalezca lo mejor a la hora de construir nuestra sociedad en paz, armonía y felicidad. Para que el sueño martiano se cumpla “Con todos y para el bien de todos”.
Me despido de Esther Sofía Quintero Labrada, una pastora evangélica cuya vida revela cómo, desde la fe, también los cubanos contribuyen a lograr un mundo mejor y posible. //Foto: Roberto Ruiz.

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