miércoles, 26 de noviembre de 2014

Un puente desde Sierra Leona hasta Victorville: Intercambian mensajes Gerardo y médico cubano

Tomado de Cubadebate
El Dr.Rotceh Rios Molina, médico en Sierra Leona, y Gerardo Hernández Nordelo, héroe cubano encarcelado en EEUU.
El Dr.Rotceh Rios Molina, médico en Sierra Leona, y Gerardo Hernández Nordelo, héroe cubano encarcelado en EEUU.
Por Marlene Caboverde Caballero*
Cuando supe que el médico de Jaruco, Rotceh Ríos Molina formaba parte de la Brigada Internacional Henry Reeve que enfrenta la epidemia de Ébola en Sierra Leona tuve la certeza de dos cosas: la primera, el orgullo que significa para este pueblo que uno de sus hijos esté insertado en esa obra de infinito amor, y lo segundo, que se trata de un héroe más de la Patria y como tal era preciso que entre él y Gerardo Hernández, uno de los Cinco surgiera y se consolidara una gran amistad.
Así se lo propuse primero a Rotceh, quien aceptó gustoso, y después, a mi suerte de ángel y puente, Alicia Jrapko del Comité Internacional a favor de los Cinco en Estados Unidos, quien mantiene permanente correspondencia con nuestro Gerardo y además lo visita periódicamente en la prisión de Victorville, en California, junto a su esposo, el fotógrafo y activista Bill Hacwell.
Alicia se entusiasmó con la idea, que gracias a ella comienza a dar frutos pues en la mañana de este lunes 24 de noviembre recibí el primer mensaje de Gerardo al médico jaruqueño.
El médico de Jaruco Rotceh Ríos Molina tiene solamente 29 años de edad, es Especialista en Medicina Interna y trabajaba al partir en el Hospital Militar Central Dr. Luis Díaz Soto de La Habana, más conocido como Naval.
Espero que este enlace sirva para fortalecer a los 165 colaboradores cubanos que retan a la muerte segundo a segundo en Sierra Leona y a los restantes que laboran en otros países de África Occidental donde es terrible el alcance del virus del Ébola.
Antes de compartir las palabras de Gerardo, quiero enfatizar que los galenos cubanos en Sierra Leona están pendientes de la evolución de Félix Báez, médico que contrajo el virus del Ébola y que ahora recibe tratamiento en Ginebra.

Gerardo: Nuestra admiración para los cubanos que luchan contra el Ébola

Mensaje de Gerardo Hernández Nordelo, uno de los Cinco, al doctor de Jaruco Rotceh Ríos Molina, Especialista en Medicina Interna y miembro de la Brigada Internacional Henry Reeve que enfrenta la epidemia del virus del Ébola en Sierra Leona. 
24 de noviembre de 2014
Querido hermano Rotceh:
Pude leer la nota que le escribiste a Marlene. Te agradezco tus palabras, y me alegra mucho tener esta oportunidad de enviarte un saludo. Desde que se dio a conocer la noticia de la partida de brigadas médicas cubanas hacia África Occidental para combatir la epidemia de Ébola, hemos tratado de mantenernos informados sobre la extraordinaria labor que nuestros compatriotas han estado realizando.
Por estos días prestamos especial atención al estado de salud del doctor Félix Báez, cuya evolución, afortunadamente, parece ser satisfactoria. No creo que pueda contar con una vía más directa, así que aprovecho estas líneas para tratar de hacer llegar a Félix nuestros mejores deseos por su pronta y total recuperación.
En no pocas oportunidades, a lo largo de estos años, a Los Cinco nos han preguntado en que nos inspiramos para resistir tanto tiempo de injusta prisión, tan lejos de Cuba y de nuestros familiares. Aun antes de presentarse la actual crisis con el Ébola, siempre mencionábamos la actitud los médicos y demás internacionalistas cubanos como fuente importante de aliento, de orgullo, y de inspiración para nosotros.
Ahora, con esa lección extraordinaria de heroísmo que ustedes están dando al mundo, nos sentimos aun más orgullosos, y no alcanzarían las palabras para expresarles cuánto nos fortalecen con su ejemplo. iUstedes son hoy nuestros héroes! A todas las compañeras y compañeros que integran las brigadas médicas cubanas en África Occidental, les expresamos nuestra inmensa admiración, y les pedimos que se cuiden mucho. Sé que algún día, cuando ustedes hayan ganado esa batalla por el bien de la humanidad, y cuando para Los Cinco se haya hecho justicia, tendremos la oportunidad de abrazarnos en la patria.
iÉxitos, hermanos!
iHasta La Victoria Siempre!
Gerardo Hernández Nordelo
Prisión Federal de Victorville
California. Noviembre 21, 2014.

Rotceh: Con tu ejemplo seremos capaces de cumplir esta misión

Respuesta del doctor Rotceh Ríos Molina a Gerardo Hernández Nordelo
25 de noviembre de 2014
Querida Marle: muchas pero que muchas gracias, el ejemplo de ese gigante de la Revolución cubana y sus palabras nos dan aliento para seguir enfocados en la misión de salvar y mejorar vidas por estos remotos parajes que tan azotados han sido por los más grandes flagelos como son el hambre, la inmensa pobreza, el analfabetismo, la explotación del hombre por el hombre y la guerra. Y acechando de forma constante las enfermedades, desde las más sencillas y corrientes hasta la que hoy nos tiene aquí lejos de nuestros hogares.
Con su ejemplo seremos capaces no solo de llegar a cumplir esta, sino de estar siempre firmes para lo que sea necesario dar nuestro paso al frente. Quisiera que, de ser posible, a él también le llegara mi respuesta que hago constar que no es solo mía sino de todos los que como yo hoy nos emocionamos al leer sus líneas, incluso, gritando consignas revolucionarias. Dimos por hecho nuestro regreso triunfante a la Patria.
Revolucionariamente Dr. Rotceh Rios Molina Especialista en Medicina Interna
*Periodista cubana, trabaja en la emisora Radio Jaruco, y es una de las fundadoras del Comité “Alas de Libertad” de esa emisora, por la Libertad de los 5.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Aprender a vivir con Diabetes, pero antes evitarla

Conozca más de la labor que realiza el Centro Provincial de Atención al paciente diabético de Camagüey, para lograr mejores hábitos de vida y prolongar la existencia de quienes padecen esa enfermedad. Más de 45 000 agramontinos han sido diagnosticados, aunque se supone son muchos más los que la sufren. Evitar los factores de riesgo es fundamental...http://youtu.be/bebuxpIFdqM

jueves, 13 de noviembre de 2014

Si me dejaran oír

señal ruidoAhora más que nunca añoro a aquellos gorriones que merodeaban por el tejado de mi vecina y podía divisar desde mi ventana. Su trinar me daba tanta calma y tranquilidad como el silencio decente de la anciana que sabía iba a extrañar cuando partiera definitivamente de esta tierra…
Entonces todo cambió. Mis nuevos vecinos son bastante ruidosos. Si no saben hablar en voz baja !qué más necesito decir! Ahora supongo se han comprado un nuevo equipo de música. A cualquier hora del día perturban el sosiego familiar de la vecindad más cercana. Pero esta historia no es exclusiva. Muchas experiencias como la mía, o aun peores, se viven a diario en Camagüey
La contaminación acústica es, quizás, la causa más frecuente de quejas de la población y una indisciplina social de “altos decibeles” porque, sobre todo, falta exigencia en el cumplimiento de las legislaciones establecidas. Más de dos millones de personas en Cuba están expuestas a sufrir pérdida de la audición y otros trastornos de salud por niveles de ruido superiores a los 65 decibeles, límite máximo al que se puede exponer el ser humano sin que ello le ocasione malestares, según los estándares establecidos por la Organización Mundial de la Salud.
Esta comparación es ilustrativa: el canto de un pájaro no supera los 10 decibeles, mientras el claxon de un automóvil puede llegar a 90, el de una carpintería a 150 y el de una motocicleta y una discoteca a 110.
Cada año aumentan las personas expuestas a sufrir pérdida de la audición y otros trastornos de la salud como la irrigación cerebral, la fatiga, el estrés y modificaciones del ritmo cardíaco por la exposición continúa a los ruidos.
Normas mundiales fijan los niveles sonoros admisibles, de acuerdo con los lugares y los horarios, para garantizar una vida en armonía. Los límites aceptables para el ruido son 65 decibeles durante el día y 55 en la noche. El oído humano está apto para soportar unos 85 decibeles en estado de riesgo, 90 de peligro y 120 de dolor. Por encima de estas cifras, el ruido es perjudicial para el organismo y el tímpano puede estallar.

En Cuba se encuentran vigentes leyes, normativas y reglamentos de carácter laboral, ambiental, de vialidad, de tránsito, de salud y de seguridad relacionados con el ruido, su impacto, medición y control. Pero todas se infringen a diario.
El mayor número de los reclamos de la población en este sentido es valorado por las autoridades del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) dadas las implicaciones de este fenómeno en la calidad de vida del hombre, no obstante una parte significativa de casos son vistas de conjunto con el CITMA, por ser este el organismo rector en la materia.
Los estudios e investigaciones para localizar el origen o procedencia, naturaleza, grado, magnitud o frecuencia de las emisiones de ruido, vibraciones mecánicas y otros factores físicos así como determinar sus efectos sobre el medio ambiente y las medidas a tomar en cuenta para su eliminación y atenuación, son estrategias que se llevan a cabo en Cuba.
Como en el resto del mundo, en la Isla el ruido tendrá cada vez más elevada implicación en la vida económica y social. Si no aparecen formas coordinadas para bajar el volumen a su atronadora propagación, si no se hacen cumplir las leyes, si las personas ignoran los comportamientos adecuados e irrespetan al prójimo, seguirá el avance desenfrenado hacia un mundo de sordos e hipoacúsicos. Pero la pregunta es: ¿Lograremos evitarlo?

miércoles, 12 de noviembre de 2014

El día que cambió el mundo


Foto: Regis Bossu / Latinstock / Corbis
Foto: Regis Bossu / Latinstock / Corbis
Ya han transcurrido más de dos décadas desde que el Muro de Berlín fuera derribado pero, en ese lapso, se han construido otros no menos infamantes, y no ha hecho más que fortalecerse la muralla que separa a ricos y pobres, al Norte y al Sur.
El 9 de noviembre de 1989 caía el Muro de Berlín. Veinticinco años después, mientras el capitalismo, a su vez, vacila bajo los golpes de una crisis sistémica, ¿qué balance se puede establecer de las dos décadas que acaban de transcurrir? ¿Por qué otros muros, igual de indignantes, no se han derribado?Simbólicamente, el hundimiento del Muro de Berlín marca la conclusión de la Guerra Fría así como el fin –aunque la Unión Soviética no se disolvería hasta diciembre de 1991– del comunismo autoritario de Estado en Europa. Pero no el fin de la aspiración de millones de pobres a vivir dignamente en un mundo más justo e igualitario.

Las causas

El Muro de Berlín se hunde debido, por lo menos, a tres hechos capitales ocurridos durante la década de 1980:
1. Las huelgas de agosto de 1980 en Polonia, que ponen en evidencia una contradicción fundamental: la clase trabajadora se opone a un presunto “Estado obrero” y al supuesto “Partido de la clase obrera”. La teoría oficial sobre la que se basaba el comunismo de Estado se viene abajo.
2. En Moscú, en marzo de 1985, Mijail Gorbachov es elegido secretario general del Partido Comunista de la URSS. Lanza la “perestroika” y la “glasnost”, y activa, con las precauciones de un artificiero, la reforma del comunismo soviético.
3. Durante la primavera boreal de 1989, en Pekín, en vísperas de una visita de Mijail Gorbachov, miles de manifestantes reclaman reformas similares a las que se llevan a cabo en la URSS. El Gobierno chino hace intervenir al Ejército. Resultado: cientos de muertos en la Plaza de Tiananmen y condena internacional del régimen de Pekín.
Cuando, en el otoño boreal de 1989, ciudadanos de Alemania del Este salen a la calle para exigir reformas democráticas, las autoridades dudan en disparar o no sobre las multitudes. Moscú anuncia que sus tropas estacionadas en Europa del Este no participarán en ninguna represión. La intensidad de las manifestaciones se multiplica. La suerte está echada. El Muro de Berlín cae. En unos meses, uno tras otro, los regímenes comunistas de Europa son barridos. Incluidos los de Yugoslavia y Albania.
Constatación importante: el sistema se desploma por descomposición interna, y no a causa de una ofensiva del capitalismo que lo habría derrotado. En esos años, Estados Unidos se halla en grave recesión tras el “Lunes negro” de Wall Street acaecido dos años antes (el Dow Jones había caído, el 19 de octubre de 1987, un 23%). Pero la interpretación que se dará es que, en el enfrentamiento que opone, desde el siglo XIX, el comunismo al capitalismo, éste se ha impuesto. Por nocaut. De ahí una suerte de ebriedad intelectual que hará creer a algunos en el “fin de la historia”.
Error fatal. Al perder a su “mejor enemigo” –el que, mediante una relación de fuerzas constante, le obligaba a autorregularse y a moderar sus pulsiones– el capitalismo se dejaría arrastrar por sus peores instintos. Olvidando la promesa de hacer que el mundo se beneficie de los “dividendos de la paz”, Washington impone en todas partes, a marchas forzadas, lo que cree ser la idea triunfal: la globalización económica. Es decir, la extensión al conjunto del planeta de los principios ultraliberales: financiarización de la economía, desprecio por el medio ambiente, privatizaciones, liquidación de los servicios públicos, precarización del trabajo, marginación de los sindicatos, brutal competencia entre los asalariados del mundo, deslocalizaciones, etc. En resumen, una vuelta al capitalismo salvaje. El multimillonario estadounidense Warren Buffet proclama: “Hay una lucha de clases, por supuesto, pero es mi clase, la clase de los ricos, la que dirige la lucha. Y nosotros ganamos” (1).

Inmensa derrota moral

En el plano militar, Washington despliega su hiperpotencia: invasión de Panamá, guerra del Golfo, ampliación de la OTAN, guerra de Kosovo, marginación de la ONU… Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, George W. Bush y sus “halcones” deciden castigar y conquistar Afganistán e Irak. Reducen la ayuda a los países pobres del Sur y lanzan una cruzada contra el “terrorismo internacional” utilizando todos los medios, incluidos los menos nobles: vigilancia generalizada, tortura, “desapariciones”, prisiones secretas, cárceles ilegales como la de Guantánamo… Creen en un mundo unipolar, dirigido por un Estados Unidos hegemónico, seguro de sí mismo, arrogante.
El balance será desastroso: ninguna victoria militar real, una inmensa derrota moral y una gran destrucción ecológica. Sin que los principales peligros hayan sido eliminados. La amenaza terrorista no ha desaparecido, la piratería marítima se agrava, Corea del Norte se ha dotado de armas nucleares, Irán podría hacerlo… Medio Oriente sigue siendo un polvorín…
El mundo ha pasado a ser multipolar. Varios grandes países –Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica– forjan alianzas al margen de las potencias tradicionales. En Suramérica, Bolivia, Ecuador y Venezuela exploran nuevas vías del socialismo. Hasta el recurso al G-20 con motivo de la crisis económica global confirma que los países ricos del Norte no pueden solventar en solitario los principales problemas mundiales.
La oportunidad histórica que constituía la caída del Muro de Berlín se ha desperdiciado. El mundo de hoy no es mejor. La crisis climática hace pender sobre la humanidad un peligro mortal. Y la suma de las cuatro crisis actuales –alimentaria, energética, ecológica y económica– da miedo. Las desigualdades han aumentado. La muralla del dinero es más imponente que nunca: la fortuna de las quinientas personas más ricas es superior a la de los quinientos millones más pobres… El muro que separa el Norte y el Sur permanece intacto: la malnutrición, la pobreza, el analfabetismo y la situación sanitaria incluso se han deteriorado, particularmente en África. Por no hablar del muro tecnológico.
Además, se han levantado nuevos muros: como el edificado por Israel contra los palestinos; o el de Estados Unidos contra los migrantes latinoamericanos; o los de Europa contra los africanos… ¿Cuándo decidiremos destruir de una vez para siempre todos esos muros de la vergüenza?
Pie de nota
1. The New York Times, 26-11-06.(Tomado de Le Monde Diplomatique)

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Línea celular con más vida





Desde hoy, 5 de noviembre, todo usuario de telefonía móvil prepago que efectúe una recarga —sea del monto que sea— tendrá su línea celular activa por un término de 330 días, lo que descarta la obligatoriedad de recargar la línea mensualmente como antes, informa la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) en su sitio web www.etecsa.cu.

El monto mínimo continuará siendo de 5.00 CUC, ya sea recargando a través de tarjetas prepagadas o por recarga directa.
Etecsa mantiene la disposición de otorgarle al usuario 30 días adicionales (además de los 330) luego de que expire el ciclo de vida útil, periodo en que la línea se mantendrá inactiva hasta que el usuario efectúe una recarga, aunque podrá recibir llamadas y mensajes de texto desde otro celular o desde el exterior.
Este nuevo periodo de validez se cumple solo a partir de la recarga que se efectúe posterior al 5 de noviembre, pues la recarga realizada antes de esta fecha conservará el tiempo de vigencia del esquema anterior.
Anteriormente, el plazo de vencimiento de la línea dependía del monto y se escogía la recarga de mayor cuantía para determinar la fecha de vencimiento de la línea, mientras que a partir del nuevo ciclo, será elegida la última recarga para fijar la fecha de vencimiento de su línea.
Aunque usted tenga saldo ahora, tendrá que recargar después de la fecha fijada para que se le cumpla este nuevo tiempo de validez del saldo.

viernes, 31 de octubre de 2014

Termina reunión de expertos contra el Ébola, más unidos y mejor preparados

Tomado de Cubadebate


Jose Angel Portal  vice ministro de Salud Publica de Cuba.  Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Jose Angel Portal, viceministro de Salud Publica de Cuba. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Durante dos días se reunieron en La Habana 278 especialistas y directivos de 34 países en un encuentro de carácter técnico para la prevención y el enfrentamiento al Ébola.
En la sesión de clausura, José Ángel Portal Miranda, viceministro de salud de Cuba advirtió que la epidemia del Ébola constituye un enorme riesgo para la humanidad, pues cada vez se suman nuevos casos y las muertes siguen aumentando y no se logra su contención, “debemos luchar –dijo- para que esto no se convierta en una de las pandemias más grandes de la humanidad”.
Solo el camino de la preparación y del trabajo conjunto podrá evitar su propagación, afirmó. “Las intervenciones de los participantes han coincidido con la preparación de programas nacionales para lo que se requiere una voluntad política, organización disciplina rigor y eficiencia”, sentenció el Doctor Portal Miranda
Lo más probable – expresó- es que haya la introducción de pocos casos en la región por lo que debemos estar muy vigilantes, concientizar a las personas, y que se comparta la información nacional con la comunidad internacional. “Hoy estamos más unidos y mejor preparados”, atestiguó el viceministro de salud cubano en los minutos finales del encuentro.
El evento fue útil y solidario, se intercambiaron experiencias, se abrieron puertas, se estrecharon manos y lazos, se hicieron coordinaciones y quedaron escritas todas y cada una de las recomendaciones de las diferentes Comisiones de trabajo.
La Dra. Marcia Cobas, viceministra de Salud de Cuba tuvo a su cargo la lectura de la relatoría del evento que como resultado de los debates de propuso diversas líneas de acción entre las que sobresalen la necesidad de mantener la vigilancia epidemiológica, estimular el desarrollo de equipos multidisciplinarios, dar un seguimiento al paciente eminentemente clínico.
Otra de las recomendaciones es que cada país cree un centro nacional para coordinar todas las medidas para evitar la introducción de la enfermedad. Además es preciso garantizar el cumplimiento de lo establecido por OMS y OPS, definir por cada país toda la ruta crítica que garantice el envío de muestras.
Como aspecto relevante está también facilitar la adquisición de equipos y medios de protección con precios preferenciales y crear una reserva para su utilización inmediata en casos de emergencia.
En respuesta al tema de la capacitación y formación de recursos humanos quedó convocado el primer curso internacional para la prevención y el enfrentamiento al Ébola, que será en el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí”, en La Habana, del 10 al 15 de noviembre próximo..
“Hoy es un día muy especial porque nos reunimos todos convocados producto de una enfermedad que afecta el continente americano, nos reunimos para compartir nuestras experiencias y necesidades y la pesquisa de soluciones que van encaminadas en busca de la vida y en defensa de la humanidad”, manifestó el Doctor Juan Carlos Calvimonte, ministro de salud de Bolivia
“Nos vamos satisfechos porque a nuestras experiencias se han unido las de otros pueblos para que esta enfermedad no se transmita de África al mundo y decirle a nuestros pueblos que confíen en nosotros”, agregó.
“En nombre del presidente Evo y del pueblo de Bolivia quiero decir al hermano pueblo de Cuba: muchas gracias por haber creado este espacio de preparación técnica, que viva América, que viva el Comandante Fidel que viva el Comandante Raúl”, concluyó.
La sesión plenaria matutina estuvo bajo conducción del Dr. Alfredo González Lorenzo, viceministro de salud y El Doctor Sylvain Aldighieri, responsable de la gestión de respuesta al Ébola en Las Américas por la Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS). La plenaria escucho la relatoría de las cuatro comisiones que laboraron ayer.
En el conjunto de las Comisiones, fueron realizadas 151 intervenciones que permitieron analizar un grupo de temas trascendentes con relación a la enfermedad por virus Ébola.
La Dra. Carmen Rosa Fernández Martínez de la comisión de manejo clínico de la enfermedad, informó la participación de 76 delegados e invitados de 18 países.
En esta Comisión quedaron definidas las siguientes líneas de acción: la necesidad de establecer la vigilancia de las personas que hayan viajado al área de transmisión con riesgo de haber sido contagiados, y destinarlos a centros especializados para estos fines.
Se define, además, el caso sospechoso de aquellos pacientes con nexo epidemiológico que presenten fiebre y alguno de los síntomas de la enfermedad, si el primer test de viremia resulta negativo, se repite a la prueba 48 horas después si resulta positivo pasa a los centros de atención, si es negativo se descarta como caso Ébola.
Los equipos de respuesta rápida estarán integrados por epidemiólogos médicos de perfil de urgencia enfermeras y otros especialistas que se consideren estarán entrenados y serán estables, disponibles 24 horas. Cada país empleara los que sean necesarios de acuerdo a la disponibilidad de recursos humanos disponiendo de los equipos de protección personal.
En la integración de estos equipos se debe incluir un personal debidamente preparado para la vigilancia y el cumplimiento de las normas de bioseguridad. Para la organización los turnos de descanso se tendrán en cuenta las características ambientales considerando jornadas de hasta 6 horas. Será necesario también elaborar protocolos de actuación cumpliendo los requerimientos de bioseguridad de acuerdo con los parámetros exigidos por OPS y OMS.
La atención a los niños, cuando sea necesaria, será con acompañante, si el acompañante padeció la enfermedad estará sin medios de resguardo, si no, con los equipos de protección establecidos.
El seguimiento y evaluación del paciente será eminentemente clínico con todas de muestras en laboratorios ubicados de preferencias en las propias unidades. Será necesaria la validación del diagnóstico por laboratorios certificados.
Será de importancia vital, establecer la cooperación entre autoridades reguladoras para el traslado de muestras a través de fronteras. Se define criterio de alta después del resultado negativo de dos test de viremia.
Francisco Duran García, hizo la relatoría comisión sobre epidemiología, presidida por José Ángel portal viceministro de Salud de Cuba, en la que participaron 85 delegados de 29 países, además de especialistas cubanos con los que se trabaja conjuntamente y que preceden del ministerio del Interior, de las Fuerzas Armadas, turismo, transporte, aeronáutica civil, defensa civil, y la Aduana.
Como primer punto se enfatizó la necesidad de reforzar el sistema de vigilancia de cada país y su articulación con el centro nacional de enlace para fortalecer las respuestas nacionales y regionales. Otro objetivo es el de fortalecer las relaciones internacionales a nivel de fronteras para obtener la información adelantada y más completa sobre naves, aeronaves y otras que arriben al país.
A las fronteras se le dedicó un gran tiempo, por la importancia de impulsar el proceso del reglamento sanitario internacional, muy especialmente en los puntos de entrada.
Desarrollar de manera sistemática el intercambio de información entre los países de la región, así como capacidades técnicas y creación laboratorios con nivel de seguridad tres, preparados para certificar la enfermedad.
Crear una reserva de equipos de protección y otros insumos en cantidades suficientes para su distribución inmediata en caso de emergencia.
Solicitar a la OPS cooperación en la elaboración protocolos para la desinfección, manejo de residuales y manejo de cadáveres, y por ultimo fortalecer el control en la fuente con los países que tienen colaboración en países con contaminación o riesgo con el fin de preservarla introducción.
La Comisión de Formación y Capacitación de recursos humanos tuvo 31 participantes de 17 países y acordaron estimular la capacitación presencial que facilite el intercambio de experiencias entre expertos, además de incrementar los conocimientos de identificación de virus en la región estimule la creación de laboratorios.
En la Comisión de Comunicación Social presidida por la Doctora Marcia Cobas, participaron 35 especialistas y 14 países, además de representantes cubanos de la Defensa Civil, de la Asociación de Comunicadores Sociales, de la Facultad de Comunicación de la Universidad de la Habana y del Instituto de Radio y Televisión y del ministerio de Salud Pública.
En este equipo de trabajo se acordó fortalecer la gestión de la comunicación social con relación al Ébola a través de la creación de grupos de comunicación a nivel nacional y regional para apoyar e identificar un vocero único, usar protocolos internacionales para la comunicación de riesgos y aspectos éticos en el manejo de la información. Diseñar planes nacionales y regionales que incluyan mapas de mensajes y la identificación de recursos tecnológicos para gestionar su disponibilidad en la región.
Para todo esto es imprescindible buscar fondos para campañas de educación pública. La producción y distribución de materiales de divulgación dirigidas a las poblaciones vulnerables fue otra línea que se trazó.
Potenciar el uso de los medios regionales como Telesur, Radio del sur y otros y producir materiales educativos sobre el tema en espacios públicos rurales y urbanos teniendo en cuenta la multiculturalidad.
La comunicación comunitaria interpersonal no fue descartada y a su vez se concertó gestionar servicios de información a través de la existencia de un portal web que se mantenga actualizado con información confiable para diversos sectores de la sociedad.
Jose Angel Portal  vice minidtro de Salud Publica de Cuba.  Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Concluye reunión de expertos sobre Ébola en La Habana. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
clausura02
Concluye reunión de expertos sobre Ébola en La Habana. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate
Juan Carlos Calvimontes ministro de Salud Publica de Bolivia. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Juan Carlos Calvimontes, Ministro de Salud Pública de Bolivia. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

martes, 28 de octubre de 2014

El mundo contra el bloqueo. !Basta de genocidio!

Cronología de votaciones contra el bloqueo de EE.UU. a Cuba 1991: Cuba presenta por primera vez en la ONU un Proyecto de Resolución contra el bloqueo; a los pocos días de su presentación, la delegación cubana lo retira al tomar en cuenta que Washington ejercía grandes presiones sobre muchos países, incluidos algunos muy dependientes económicamente de EE.UU. y que, a pesar de ello, pretendían votar a favor del documento de la Isla.
1992. Por segunda ocasión, la mayor nación caribeña presenta ante la ONU el Proyecto de Resolución contra el bloqueo económico, financiero y comercial aplicado por Estados Unidos. El resultado de la votación fue: a favor, 59; en contra, tres; abstenciones, 71; ausencias, 46. Países que votaron en contra: EE.UU., Israel y Rumanía.
1993. A favor, 88; en contra, cuatro; abstenciones, 57; ausencias, 35. Votaron en contra: EE.UU, Israel, Albania y Paraguay.
1994. A favor, 101; en contra, dos; abstenciones, 48; ausencias, 33. Votaron en contra: EE.UU. e Israel.
1995. A favor, 117; en contra, tres; abstenciones, 38; ausencias, 27. Votaron en contra: EE.UU., Israel y Uzbekistán.
1996. A favor, 137; en contra: tres; abstenciones, 25; ausencias, 20. Votaron en contra: EE.UU., Israel y Uzbekistán.
1997. A favor, 143; en contra, tres; abstenciones, 17; ausencias, 22. Votaron en contra: EE.UU., Israel y Uzbekistán.
1998. A favor, 157; en contra, dos; abstenciones, 12; ausencias, 14. Votaron en contra: EE.UU. e Israel.
1999. A favor: 155; en contra, dos; abstenciones, ocho; ausencias, 23. Votaron en contra: EE.UU. e Israel.
2000. A favor, 167; en contra, tres; abstenciones, cuatro; ausencias, 15. Votaron en contra: EE.UU., Israel e Islas Marshall.
2001. A favor, 167; en contra, tres; abstenciones, tres; ausencias, 16. Votaron en contra: EE.UU., Israel e Islas Marshall.
2002. A favor, 173; en contra, tres; abstenciones, cuatro; ausencias, 11. Votaron en contra: EE.UU., Israel e Islas Marshall.
2003. A favor, 179; en contra, tres; abstenciones, dos; ausencias, siete. Votaron en contra: EE.UU., Israel e Islas Marshall.
2004. A favor, 179; en contra, cuatro; abstenciones siete; ausencias, siete. Votaron en contra: EE.UU., Israel, Palau e Islas Marshall.
2005. A favor, 182; en contra, cuatro; abstenciones, una; ausencias, cuatro. Votaron en contra: EE.UU., Israel, Palau e Islas Marshall.
2006. A favor, 183; en contra, cuatro; abstenciones, una. Votaron en contra: EE.UU., Israel, Palau e Islas Marshall.
2007. A favor, 184; en contra, cuatro; abstenciones, una. Votaron en contra: EE.UU., Israel, Palau e Islas Marshall.
2008. A favor, 185; en contra, tres; abstenciones, dos. Votaron en contra: EE.UU., Israel y Palau.
2009. A favor, 187; en contra, tres; abstenciones, dos. Votaron en contra: Estados Unidos, Israel y Palau.
2010. A favor, 187; en contra, dos; abstenciones, tres. Votaron en contra: Estados Unidos e Israel.
2011. A favor, 186; en contra, dos; abstenciones, tres; ausencias, dos. Votaron en contra: Estados Unidos e Israel.
2012. A favor, 188; en contra, tres; abstenciones, dos. Votaron en contra: Estados Unidos, Israel y Palau.
2013. A favor, 188; en contra, 2; abstenciones, 3 . Votaron en contra: Estados Unidos, Israel y se abstuvieron Islas Marshal, Micronesia y Palau.
2014.  A favor, 188; en contra, 2; abstenciones, 3 . Votaron en contra: Estados Unidos, Israel y Palau.

sábado, 4 de octubre de 2014

Identifican autores intelectuales de asesinato de Robert Serra

Maduro SerraNicolás Maduro, presidente de Venezuela, afirmó que los autores intelectuales del asesinato del joven diputado socialista Robert Serra fueron identificados y van rumbo a Colombia.
Aseguró el mandatario que las investigaciones apuntan a que los autores intelectuales están vinculados con el expresidente colombiano Álvaro Uribe.
“Los autores no están en Venezuela, sino que provienen de Colombia y de Estados Unidos”, dijo, y señaló que las elites imperialistas estadounidenses buscan debilitar al Gobierno venezolano atentando contra sus miembros.
También responsabilizó a los desestabilizadores venezolanos, “que arremetieron contra Serra porque el Gobierno no los dejó llevar a cabo sus planes terroristas”.
Lo digo con responsabilidad, el fascismo decidió matar a Robert porque no los dejamos llevar a cabo sus planes“, expresó Maduro.
Asimismo anunció que se ha “convocado a todos los mandos oficiales de las fuerzas de seguridad a una reunión para hacer un plan especial para combatir el fascismo y de bandas criminales”.
(Con información de Tele Sur)
velorio de Robert Serra

viernes, 12 de septiembre de 2014

Injusticia de 5844 días.



Incluye video
Por María del Carmen Fuentes

Aquel 12 de septiembre de 1998 marcó para siempre la vida de Cinco cubanos y de sus familias. A Ramón, René, Fernando, Antonio y Gerardo todo les cambió: el presente y el futuro. Una falsa y ensañada acusación del gobierno de los Estados Unidos los convirtió en prisioneros sometidos a los más duros  castigos.
Su pueblo, desde que conoció el caso –manipulado por la prensa de Miami- les acompaña en la batalla de demostrar que solo luchaban desde las entrañas del Imperio, para evitar los actos de terror contra la Isla irredenta que es Cuba.
Hoy se cumplen 16 años de tan inhumano e injusto encierro. Durante 5844 días con sus  noches muchos han sido los desvelos dentro y fuera de esas prisiones. Junto a su pueblo ya están,  luego de cumplir íntegramente sus condenas, René y Fernando, pero a la estrella de dignidad y resistencia que ellos Cinco simbolizan le falta aun en suelo patrio 3 de sus puntas.
 El clamor mundial se siente cada vez más alto para impulsar  la decisión presidencial de Obama de firmar la libertad de Tony, Gerardo y Ramón, hombres cuya sensibilidad y entereza mucho tienen que enseñarle a quien puede determinar  ya el fin de sus absurdas condenas.
Cuán diferente hubiese sido la vida de los Cinco en libertad en estos 5844 días. Imagino a Gerardo y su esposa Adriana con la prole que se les ha impedido engendrar al negársele a ella la visa para visitar a su amado. Pienso en los mimos y cuidados que  Tony en su hogar diera a su octogenaria madre Mirtha, en el apoyo de Ramón a sus tres hijas y a su esposa, en  René compartiendo con su hermano y su padre hasta los últimos minutos de sus vidas, y a Fernando enfrentando junto a su compañera Rosa Aura los embates de la vida.
 Sin embargo, algo me consuela, la integridad de estos hombres que los conviritió en Héroes, los elevó más que todo a la categoría de seres humanos extraordinarios. Todo eso que se les ha impedido vivir con sus familias y en su país lo han tenido presente en las prisiones y por alguna vía se lo han hecho saber  y sentir a sus familias, a su pueblo y a sus dirigentes.
Los ideales y los principios éticos, revolucionarios y fidelistas han hechos de los Cinco un motivo, una inspiración.  Son la evocación, la guía de miles en el mundo que en grupos de solidaridad trabajan incansablemente por su libertad. 


sábado, 6 de septiembre de 2014

Suscribe Obama la tosudez y la mala fe

 

 No tengo la más mínima duda, por mucha política que mueve a estos presidente yanquis, junto con los billetes, claro, cuando se prorroga el bloqueo contra una país como Cuba, ellos demuestran la maldad de sus almas y la perversidad de sus pensamientos. Otra vez lo confirmo...

Tomado de Cubadebate

Obama firma prórroga rutinaria para mantener el bloqueo contra Cuba

El presidente de Estados Unidos, Barak Obama, extendió un año más las medidas del bloqueo  comercial contra Cuba, informó hoy la Casa Blanca.
En un memorándum enviado a sus secretarios de Estado, John Kerry, y del Tesoro, Jack Lew, Obama anunció su decisión de mantener el bloqueo por considerarlo de “interés nacional de Estados Unidos”.
La renovación de esa ley, que prohíbe que las empresas estadounidenses puedan hacer negocios con la isla, tiene carácter rutinario y sus predecesores también la han prorrogado anualmente por más de 50 años.
La ley contra el Comercio con el Enemigo, que data de 1917 y se aprobó con vistas a la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, prohíbe que las firmas estadounidenses comercien con países hostiles. En el caso de la Isla, es el bloqueo más largo de un país contra otro en la Historia, y cuenta con el rechazo de la abrumadora mayoría de las naciones del planeta.
El bloqueo económico contra Cuba ha sido expandido y reforzado con otras leyes estadounidenses, como la Torricelli, de 1992, que impide el envío de alimentos a Cuba -con la excepción de ayuda humanitaria- o la Helms Burton, de 1996.
(Con información de agencias)

jueves, 21 de agosto de 2014

Artículo de Fidel Castro: La verdadera amistad (+ Fotos)

Tomado de Cubadebate

fidel castro nicolas maduro la habana 20 de agosto 20143
A su paso por Cuba (Nicolás Maduro) aprovechó para hacer un contacto conmigo y saludarme personalmente como había prometido, el 13 de agosto.
Ayer recibí la visita del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, quien realizó un viaje al exterior relacionado con la defensa de importantes intereses petroleros de su país.
A su paso por Cuba aprovechó para hacer un contacto conmigo y saludarme personalmente como había prometido, el 13 de agosto del presente año cuando tuve el privilegio de cumplir 88 años. Ese día me había obsequiado algunas frutas, entre ellas, unas pequeñitas como perlas, que yo ni siquiera había visto nunca y son de excelente sabor. También me regaló un uniforme deportivo, obsequio de los atletas venezolanos que buscan laureles para su país.
Me alegró extraordinariamente que cumpliera tan pronto su visita, no solo por el honor que implica su presencia y acción rápida, que requiere la difícil tarea de llevar adelante la épica lucha de Hugo Chávez, sino también por las actividades excepcionales que está realizando.
Nuestro mundo está viviendo un momento excepcional y único, cada día es mayor el número de personas que está pendiente de ello. Entre tales acontecimientos, uno de los más dramáticos es el genocidio que se lleva a cabo en la Franja de Gaza, donde 1,8 millones de seres humanos viven acorralados entre el desierto, el mar y el poderío militar de un país del Oriente Medio, donde el imperio más poderoso que ha existido nunca ha creado a lo largo de más de medio siglo, y a un costo, según algunos estimados, que se aproxima a cien mil millones de dólares, una potencia militar nuclear sofisticada y a la vez irresponsable. Muchas personas se preguntan: ¿Quién gobierna a quién, Estados Unidos a Israel o Israel a Estados Unidos?
Los hechos son visibles. Cohetes con blancos programados, bombarderos veloces y precisos, artillería blindada y tanques modernos, atacan edificios repletos de personas, así como a hospitales, escuelas e instalaciones de servicios, matando niños, jóvenes, ancianos, madres y padres indefensos.
Antes ocurrían hechos atroces. Sin remitirnos desde luego a pasados milenios, sino a luchas que sucedían antes de la Segunda Guerra Mundial: guerra de Etiopía, Guerra Civil de España, bombardeo de Guernica, guerra de Japón para conquistar a China, intervenciones de Estados Unidos en América Latina; hechos que causaban conmoción, pero que en nada se parecían a las espeluznantes escenas que hoy se observan en las imágenes que cada ciudadano ve en sus hogares por televisión. Los políticos se turban y el caos se hace evidente en la política mundial.
Por ello resultó tan útil el encuentro con el Presidente Venezolano. Me pareció sin embargo que guardar silencio no beneficiaría a nadie. Con la mayor sinceridad lo felicité por lo que estaba haciendo por el pueblo mártir de la Franja de Gaza. Que los países que sufren una tragedia merecen una ayuda continua en la medida de los recursos de un país, por dura que sea su propia situación. Eso fue lo que hizo Cuba, aun en sus tiempos más difíciles, bajo el feroz bloqueo yanki que dura ya más de medio siglo.
Lo que hace hoy Venezuela es un ejemplo excepcional. Son conocidas las medidas púnicas del imperialismo contra ella, desde que intentaron derrocar a Chávez con el apoyo de la oligarquía fascista de Venezuela, y eliminarlo si fuera posible. Éste nunca vaciló y fue solidario con nuestra Patria en los tiempos más difíciles.
Felicité a Maduro por su extraordinaria solidaridad con el pueblo heroico de la Franja de Gaza. Apenas llegaron noticias del genocidio y el elevado número de niños, madres y otras personas heridas o asesinadas por los ataques genocidas de Israel, ordenó preparar un avión militar de carga, de fabricación norteamericana, que solo con grandes dificultades puede superar el bloqueo de piezas por sus fabricantes, y enviarlo con equipos, medicamentos y alimentos esenciales a Egipto con destino a Gaza; envió además al incansable Ministro de Relaciones Exteriores a El Cairo a fin de obtener el apoyo pertinente para hacérselos llegar a quienes desesperadamente lo necesitaban.
Desde entonces los valientes pilotos venezolanos transportan su carga humanitaria, que permite salvar madres, niños y ancianos de la muerte. Leía hoy sin embargo un despacho de la agencia AP procedente de Venezuela, en el que se publican declaraciones de la “Asociación de Clínicas y Hospitales de Venezuela, que agrupa” a “centros de salud privados del país”, pidiendo al Gobierno que se declare una “emergencia humanitaria” para hacer frente a la “escasez de insumos, medicamentos, equipos médicos y repuestos” que, aseguran, “ponen en riesgo la vida de la población.”
¡Qué enorme casualidad! Esta demanda se realiza precisamente cuando en la Franja de Gaza se produce el genocidio yanki-israelita de la zona más pobre y superpoblada de esa comunidad que ha vivido allí a lo largo de milenios.
Eso es lo que hace tan meritoria la conducta de Maduro y los militares y especialistas venezolanos que llevan a cabo tan ejemplar acción ante la tragedia del pueblo hermano de Palestina.
Muchas cosas se podrían decir ante este hecho notable si el Homo Sapiens lograra vivir -lo que estaría en sus manos-, y no se extermina a sí mismo.
Durante un recorrido por áreas que implican grandes perspectivas alimentarias, aparecen dos trabajadoras. Les pregunté si conocían al acompañante. Lo miraron bien y dijeron: “El presidente Maduro”, y sonrieron con picardía. Les pregunté qué nivel de escolaridad tenían. La más joven dijo: “12 grados”. La otra, todavía joven y fuerte, respondió que era graduada como profesora de Educación Física y Deportes, en lo que trabajó varios años. Finalmente les pregunté si estarían dispuestas a trabajar en Venezuela, y con entusiasmo me respondieron: “¡Por supuesto que sí!”.
No me extiendo si pretendo publicar este escrito hoy mismo, como le expresé al Presidente venezolano.

Fidel Castro Ruz
Agosto 20 de 2014
6 y 44 p.m.
fidel castro nicolas maduro la habana 20 de agosto 20144
Felicité a Maduro por su extraordinaria solidaridad con el pueblo heroico de la Franja de Gaza.
fidel castro nicolas maduro la habana 20 de agosto 20147
Lo que hace hoy Venezuela es un ejemplo excepcional.
fidel castro nicolas maduro la habana 20 de agosto 20146
fidel castro nicolas maduro la habana 20 de agosto 20148
Durante un recorrido por áreas que implican grandes perspectivas alimentarias.
fidel castro nicolas maduro la habana 20 de agosto 20145
Les pregunté si conocían al acompañante. Lo miraron bien y dijeron: “El presidente Maduro”, y sonrieron con picardía.

viernes, 11 de julio de 2014

Emite la Aduana nuevas resoluciones sobre la importación de productos

La Aduana General de la Re­pública (AGR) emitió nuevas normas para la importación de productos sin carácter comercial, dirigidas a todas las personas que arriben al país o reciban envíos desde el ex­tranjero...
La Aduana General de la Re­pública (AGR) emitió nuevas normas para la importación de productos sin carácter comercial, dirigidas a todas las personas que arriben al país o reciban envíos desde el ex­tranjero, las cuales aparecen publicadas esta mañana en la Gaceta Oficial no. 30 y entrarán en vigor a partir del primero de septiembre.
Según explicó a Granma Idalmis Rosales Milanés, vicejefa de la AGR, se trata de cuatro resoluciones, tres de la AGR y una del Ministerio de Finanzas y Precios, “que actualizan la política que la Aduana ha venido aplicando desde el 2011”.
Refirió la entrevistada que estas decisiones se tomaron a partir de un estudio que confirmó los altos volúmenes de importación que realizan determinadas personas con destino a la comercialización y el lucro, usando para ello los márgenes de importación no comercial establecidos hasta ahora.
Sobre estos casos registrados, Granma conoció algunos de los más significativos. En un año un pasajero importó, a través de la terminal 3 del Aeropuerto Interna­cio­nal José Martí, 41 monitores de computadoras y 66 televisores de pantalla plana. Otra persona trajo 34 impresoras, 58 monitores y 74 torres de computadoras, todo ello entre el 2011 y el 2014. A comienzos de enero del 2013, un pasajero llevó en su equipaje 1 695 unidades de rodamiento y otro en el mes de marzo cargó con 400 unidades de bombillos intermitentes para mo­tos; todas esas mercancías fueron decomisadas por comprobarse su carácter comercial.
Acerca de este asunto, Rosales Milanés aclaró que las personas naturales solo pueden realizar im­portaciones sin carácter comercial. En tal sentido, dijo, “se mantiene que el valor total de los artículos comprendidos en el equipaje, sujeto al pago de los derechos de aduanas —que no formen parte de los efectos personales— no podrá ex­ceder de 1 000 pesos. En tanto, los envíos no pueden pasarse de 200 pesos”.
Lo que sí cambia con las nuevas Resoluciones son las cantidades de algunos de los artículos que se im­portan por cualquier vía, sus valores, así como el peso y el cobro del arancel de las misceláneas contenidas en envíos postales, aéreos y ma­rítimos.
Así, la Resolución no. 207 establece el nuevo Listado de Valora­ción en Aduana para las importaciones sin carácter comercial. En él se precisa el tipo de artículo y el valor determinado por esta institución.
Como complemento, la Reso­lución no. 206 precisa el límite para la determinación del carácter co­mercial a las importaciones que realicen las personas naturales por cualquier vía. En ella se reitera que “la autoridad aduanera está facultada para determinar el carácter co­mercial en el caso de que las cantidades de un mismo artículo, su naturaleza, su función o lo reiterado de las importaciones, indiquen que se efectúa con fines comerciales”. Esta disposición también va acompañada de una lista que contiene las cantidades de artículos permitidos a partir de ahora.
Aclaró que se entiende como importación reiterada, “la acción de reincidir o repetir la operación de importación de misceláneas, artículos o productos de la misma naturaleza, según el criterio de la autoridad aduanera”, la que está facultada para decomisar las cantidades que excedan lo establecido.
“La entrada en vigor de estas disposiciones no obstaculiza el cruce ágil por frontera de los pasajeros que se ajusten a lo legislado, los que podrán seguir usando el llamado Canal Verde, por donde transitan quienes no deben realizar ningún pago ante aduana”.
“Es válido reiterar que las autoridades aduaneras aplican el carácter selectivo hacia aquellas personas que pudieran estar realizando alguna actividad para lucrar, a partir de bases de datos estadísticos que permiten hacer una selección lo más racional posible”, acotó la vicejefa.
Por otro lado, la AGR emitió además la Resolución no. 208 que de­termina el valor en aduana de los artículos que clasifican como misceláneas y se importan sin carácter comercial mediante envíos por vía aérea, marítima y postal.
Esta disposición sustituye a la no. 122 del 2012 y dispone que a partir de este momento el valor de importación de un kilogramo es de 20 pesos. Se mantiene que solo se podrán importar a través de envíos valores hasta 200 pesos, por lo tanto se reduce a 10 kilogramos el peso permitido para estas cargas.
En consecuencia, el Ministerio de Finanzas y Precios suscribió la Resolución no. 300, la cual establece que el abono de los aranceles por dichos envíos es en CUC y además “quienes los reciban estarán exentos del pago de impuestos por los primeros 30 pesos o su equivalente hasta 1,5 kilogramos, apuntó.
Las personas que reciban envíos por encima de los 30 pesos (1,5 kilogramos) y hasta un valor de 200 (10 kilogramos) pagarán el 100 %.
Precisó Rosales Milanés que “por las cargas que estén en Cuba pendientes de despacho cuando entren en vigor estas normativas, se abonarán los aranceles fijados por la Resolución no. 223 del 2012, vigente hasta el 30 de agosto”.
Sobre el término “misceláneas” utilizado en estas normas, explicó que lo comprenden artículos como calzado, confecciones, alimentos, productos de aseo personal y del hogar, bisutería, lencería, perfumería y similares.
La entrevistada comentó que “se mantiene el derecho de los colaboradores a traer al país el menaje de casa al término de su misión. Nin­guna de estas resoluciones cambia tampoco lo que está estipulado sobre los derechos sin pago de arancel por los efectos personales de los pasajeros; y lo mismo sucede para los que traen o envían diez kilogramos de medicamentos que están exonerados del pago”.
Es importante —concluyó— que las personas que viajen o reciban envíos se interesen en conocer las nuevas normas que aparecen pu­blicadas en la Gaceta este viernes, para estar al tanto de sus derechos y obligaciones, pues evitarían la co­misión de infracciones, disgustos, molestias y pérdidas de tiempo en las operaciones aduanales.

martes, 29 de abril de 2014

El Primero de Mayo, los camagüeyanos y Camilo



Llega el  Día Internacional de los Trabajadores y con él para los camagüeyanos, como para los cubanos todos, una jornada de fiesta. Aunque se repasan  los aciertos productivos y se reconoce cuánto queda por  hacer, la clase obrera de la Isla sabe de la certeza de sus conquistas, del disfrute de la oportunidad de un empleo,  del respeto a sus derechos laborales y a ser escuchados desde la fábrica hasta el Parlamento. Por eso las imágenes un 1ro de Mayo  desde cualquier rincón del país caribeño sorprenden a un  mundo donde las protestas obreras colman noticias y desmoralizan sistemas.
 En Cuba el panorama cambió a partir del triunfo de la Revolución. Comenzaba una época muy diferente a la de 1890 cuando se celebró por primera vez el día proletario, en medio de, prácticamente, el estado de sitio decretado por las autoridades coloniales españolas. Entonces la marcha fue desde Campo Marte (hoy parque de la Fraternidad) hasta las esquinas de Virtudes y Consulado. Participaron alrededor de tres mil trabajadores y dieron cumplimiento al acuerdo del congreso de la Internacional, efectuado en París el año anterior. Luego,  el primer desfile tuvo lugar  en la República en 1925. Asistieron unas 40 mil personas.
Posteriormente,  y  hasta el triunfo revolucionario en 1959, la clase obrera demostraba su pujanza a contrapelo de los abusos de los gobiernos pro yanquis; sedimentando así una conciencia de clase,  cuyo apoyo a los movimientos sociales fue incomparable.
A nadie beneficiaron más las medidas de la Revolución naciente que a los trabajadores y al campesinado. Se visibilizaba un sector mayoritario y desposeído hasta entonces. Se le retribuían sus esfuerzos y crecían las oportunidades de superación individual y familiar. El proletariado cubano comenzaba a tener razones para festejar.
 
Y en este primer respaldo de los obreros a su gobierno rebelde “de los humildes, por los humildes y para los humildes”, al decir de Fidel, si los capitalinos no pudieron  contar en la entonces Plaza Cívica (hoy Plaza de la Revolución) con Fidel,  quien asistía a la Conferencia de los 21 en Argentina, -aunque  sí con el Comandante Raúl Castro-, los camagüeyanos aun recuerdan con la misma emoción la presencia en tierras agramontinas del Comandante Camilo Cienfuegos.
En  el Casino Campestre de la ciudad de Camagüey, el Señor de la Vanguardia y uno de los líderes rebeldes más populares,  fue ovacionado por los camagüeyanos, tras un discurso cuya convocatoria está vigente: “Tenemos que emplear todo el tiempo en unirnos, en apoyar la Revolución, en apoyar las medidas revolucionarias que a diaria está dictando nuestro Gobierno…” 
Incluso Camilo se refirió a que había visto cartelones en que los obreros pedían armas y deseaban organizarse para recibir instrucción militar y acerca de ello, expresó: “Los obreros quieren instrucción militar y nosotros les daremos a esos obreros instrucción militar, se la vamos a dar porque el pueblo y los trabajadores son iguales que los soldados de este Ejército; porque todos estamos para defender la causa común.”
Finalmente, Camilo exclamaba para terminar su intervención de aquella oportunidad: “[…] este Camagüey que está marchando a la vanguardia de las provincias revolucionarias”, y de inmediato sentencia: “Hermanos camagüeyanos, ¡van muy bien!”.
Transcurridos 55 años de aquel momento histórico,  cuando desfilemos por el Día Internacional de los Trabajadores, honraremos al Comandante Camilo Cienfuegos

, convencidos y dispuestos a preservar todo por lo que entregó su vida.

viernes, 25 de abril de 2014

El bloqueo desde la óptica del Gabo

He tomado de Cubadebate este excelente artículo del Gabo que más que un trabajo periodístico pudiera servir de clase de historia sobre un hecho del que se habla todos los días en Cuba pero aun a la vuelta de tantos años resulta para muchos cubanos una palabra vacía cuando para nada lo es: el bloqueo de los Estados Unidos a Cuba. !Cómo  me gustaría que tantos jóvenes lo leyeran!

¿Cómo se asfixia a un pueblo sin tirar un cañonazo? 
Por: Gabriel García Márquez


En momentos de relectura de su obra ante la partida, encontramos este texto de Gabriel García Márquez, publicado en 1978 en la revista Proceso. En él, con la maestría acostumbrada, el Gabo recrea sus impresiones de los primeros años del bloqueo de Estados Unidos en Cuba. CubaDebate lo comparte, en su honor y por la óptica con que aborda el tema.
Aquella noche, la primera del bloqueo, había en Cuba unos 482,560 automóviles, 343,300 refrigeradores, 549,700 receptores de radio, 303,500 televisores, 352,900 planchas eléctricas, 286,400 ventiladores, 41,800 lavadoras automáticas, 3,500,000 relojes de pulsera, 63 locomotoras y 12 barcos mercantes. Todo eso, salvo los relojes de pulso, que eran suizos, había sido hecho en los Estados Unidos.

Al parecer, había de pasar un cierto tiempo antes de que la mayoría de los cubanos se dieran cuenta de lo que significaban en su vida aquellos números mortales. Desde el punto de vista de la producción, Cuba se encontró de pronto con que no era un país distinto sino una península comercial de los Estados Unidos. Además de que la industria del azúcar y el tabaco dependían por completo de los consorcios yanquis, todo lo que se consumía en la isla era fabricado por los Estados Unidos, ya fuera en su propio territorio o en el territorio mismo de Cuba.

La Habana y dos o tres ciudades más del interior daban la impresión de la felicidad de la abundancia, pero en realidad no había nada que no fuera ajeno, desde los cepillos de dientes hasta los hoteles de 20 pisos de vidrio del Malecón. Cuba importaba de los Estados Unidos casi 30 mil artículos útiles e inútiles para la vida cotidiana. Inclusive los mejores clientes de aquel mercado de ilusiones eran los mismos turistas que llegaban en el Ferry boat de West Palm Beach y por el Sea Train de Nueva Orléans, pues también ellos preferían comprar sin impuestos los artículos importados de su propia tierra. Las papayas criollas, que fueron descubiertas en Cuba por Cristóbal Colón desde su primer viaje, se vendían en las tiendas refrigeradas con la etiqueta amarilla de los cultivadores de las Bahamas. Los huevos artificiales que las amas de casa despreciaban por su yema lánguida y su sabor de farmacia tenían impreso en la cáscara el sello de fábrica de los granjeros de Carolina del Norte, pero algunos bodegueros avispados los lavaban con disolvente y los embadurnaban de caca de gallina para venderlos más caros como si fueran criollos. No había un sector del consumo que no fuera dependiente de los Estados Unidos. Las pocas fábricas de artículos fáciles que habían sido instaladas en Cuba para servirse de la mano de obra barata estaban amontonadas con maquinaria de segunda mano que ya había pasado de moda en su país de origen. Los técnicos mejor calificados eran norteamericanos, y la mayoría de los escasos técnicos cubanos cedieron a las ofertas luminosas de sus patrones extranjeros y se fueron con ellos para los Estados Unidos. Tampoco había depósitos de repuestos, pues la industria ilusoria de Cuba reposaba sobre la base de que sus repuestos estaban sólo a 90 millas, y bastaba con una llamada telefónica para que la pieza más difícil llegara en el próximo avión sin gravámenes ni demoras de aduana.

A pesar de semejante estado de dependencia, los habitantes de las ciudades continuaban gastando sin medida cuando ya el bloqueo era una realidad brutal. Inclusive muchos cubanos que estaban dispuestos a morir por la Revolución, y algunos sin duda que de veras murieron por ella, seguían consumiendo con un alborozo infantil. Más aún: las pioneras medidas de la Revolución habían aumentado de inmediato el poder de compra de las clases más pobres, y estas no tenían entonces otra noción de felicidad que el placer simple de consumir. Muchos sueños aplazados durante media vida y aun durante vidas enteras se realizaban de pronto. Sólo que las cosas que se agotaban en el mercado no eran repuestas de inmediato, y algunas no serían repuestas en muchos años, de modo que los almacenes deslumbrantes del mes anterior se quedaban sin remedio en los puros huesos.

Cuba fue por aquellos años iniciales el reino de la improvisación y el desorden. A falta de una nueva moral –que aún habrá de tardar mucho tiempo para formarse en la conciencia de la población– el machismo Caribe había encontrado una razón de ser en aquel estado general de emergencia.

El sentimiento nacional estaba tan alborotado con aquel ventarrón incontenible de novedad y autonomía, y al mismo tiempo las amenazas de la reacción herida eran tan verdaderas e inminentes, que mucha gente confundía una cosa con la otra y parecía pensar que hasta la escasez de leche podía resolverse a tiros. La impresión de pachanga fenomenal que suscitaba la Cuba de aquella época entre los visitantes extranjeros, tenía un fundamento verídico en la realidad y en el espíritu de los cubanos, pero era una embriaguez inocente al borde del desastre.

En efecto, yo había regresado a La Habana por segunda vez a principios de 1961, en mi condición de corresponsal errátil de Prensa Latina, y lo primero que me llamó la atención fue que el aspecto visible del país había cambiado muy poco, pero que en cambio la tensión social empezaba a ser insostenible. Había volado desde Santiago hasta La Habana en una espléndida tarde de marzo, observando por la ventanilla los campos milagrosos de aquella patria sin ríos, las aldeas polvorientas, las ensenadas ocultas, y a todo lo largo del trayecto había percibido señales de guerra. Grandes cruces rojas dentro de círculos blancos habían sido pintadas en los techos de los hospitales para ponerlos a salvo de bombardeos previsibles. También en las escuelas, los templos y los asilos de ancianos se habían puesto señales similares. En los aeropuertos civiles de Santiago y Camagüey había cañones antiaéreos de la Segunda Guerra Mundial disimulados con lonas de camiones de carga, y las costas estaban patrulladas por lanchas rápidas que habían sido de recreo y entonces estaban destinadas a impedir desembarcos. Por todas partes se veían estragos de sabotajes recientes: cañaverales calcinados con bombas incendiarias por aviones mandados desde Miami, ruinas de fábricas dinamitadas por la resistencia interna, campamentos militares improvisados en zonas difíciles donde empezaban a operar con armamentos modernos y excelentes recursos logísticos los primeros grupos hostiles de la revolución. En el aeropuerto de La Habana donde era evidente que se hacían esfuerzos para que no se notara el ambiente de guerra, había un letrero gigantesco de un extremo a otro de la cornisa principal: “Cuba, territorio libre de América”. En lugar de los soldados barbudos de antes, la vigilancia estaba a cargo de milicianos muy jóvenes con uniforme verde olivo, entre ellos algunas mujeres, y sus armas eran todavía las de los viejos arsenales de la dictadura. Hasta entonces no había otras. El primer armamento moderno que logró comprar la Revolución a pesar de las presiones contrarias de los Estados Unidos había llegado de Bélgica el 4 de marzo anterior, a bordo del barco francés Le Coubre, y este voló en el muelle de La Habana con 700 toneladas de armas y municiones en las bodegas por causa de una explosión provocada. El atentado produjo además 75 muertos y 200 heridos entre los obreros del puerto pero no fue reivindicado por nadie, y el gobierno cubano lo atribuyo a la CIA. Fue en el entierro de las víctimas cuando Fidel Castro proclamó la consigna que habría de convertirse en la divisa máxima de la nueva Cuba: “Patria o Muerte”. Yo la había visto por primera vez en las calles de Santiago, la había visto pintada a brocha gorda sobre los enormes carteles de propaganda de empresas de aviación y pastas dentífricas norteamericanas en la carretera polvorienta del aeropuerto de Camagüey, y la volví a encontrar repetida sin tregua en cartoncitos improvisados en las vitrinas de las tiendas para turistas del aeropuerto de La Habana, en las antesalas y los mostradores, y pintada con albayalde en los espejos de la peluquería y con carmín de labios en los cristales de los taxis. Se había conseguido tal grado de saturación social, que no había ni un lugar ni un instante en que no estuviera escrita aquella consigna de rabia, desde las pailas de los trapiches hasta el calce de los documentos oficiales, y la prensa, la radio, y la televisión la repitieron sin piedad durante días enteros y meses interminables, hasta que se incorporó a la propia esencia de la vida cubana.

En La Habana, la fiesta estaba en su apogeo. Había mujeres espléndidas que cantaban en los balcones, pájaros luminosos en el mar, música por todas partes, pero en el fondo del júbilo se sentía el conflicto creador de un modo de vivir ya condenado para siempre, que pugnaba por prevalecer contra otro modo de vivir distinto, todavía ingenuo, pero inspirado y demoledor. La ciudad seguía siendo un santuario de placer, con máquinas de lotería hasta en las farmacias y automóviles de aluminio demasiado grandes para las esquinas coloniales, pero el aspecto y la conducta de la gente estaba cambiando de un modo brutal. Todos los sedimentos del subsuelo social habían salido a flote, y una erupción de lava humana, densa y humeante, se esparcía sin control por los vericuetos de la ciudad liberada, y contaminaba de un vértigo multitudinario hasta sus últimos resquicios. Lo más notable era la naturalidad con que los pobres se habían sentado en la silla de los ricos en los lugares públicos. Habían invadido los vestíbulos de los hoteles de lujo, comían con los dedos en las terrazas de las cafeterías del Vedado, y se cocinaban al sol en las piscinas de aguas de colores luminosos de los antiguos clubes exclusivos de Siboney.

El cancerbero rubio del hotel Habana Hilton, que empezaba a llamarse Habana Libre, había sido reemplazado por milicianos serviciales que se pasaban el día convenciendo a los campesinos de que podían entrar sin temor, enseñándoles que había una puerta de ingreso y otra de salida, y que no se corría ningún riesgo de tisis aunque se entrara sudando en el vestíbulo refrigerado. Un chévere legítimo del Luyanó, retinto, y esbelto, con una camisa de mariposas pintadas y zapatos de charol con tacones de bailarín andaluz, había tratado de entrar al revés por la puerta de vidrios giratorios del hotel Riviera, justo cuando trataba de salir la esposa suculenta y emperifollada de un diplomático europeo. En una ráfaga de pánico instantáneo, el marido que la seguía trató de forzar la puerta en un sentido mientras los milicianos azorados trataban de forzarla desde el exterior en sentido contrario. La blanca y el negro se quedaron atrapados por una fracción de segundo en la trampa de cristal, comprimidos en el espacio previsto para una sola persona, hasta que la puerta volvió a girar, y la mujer corrió confundida y ruborizada, sin esperar siquiera al marido, y se metió en la limusina que la esperaba con la puerta abierta y que arrancó al instante. El negro, sin saber muy bien lo que había pasado, se quedó abochornado y trémulo.

-¡Coño! –Suspiró– ¡Olía a flores!

Eran tropiezos frecuentes. Y comprensibles, porque el poder de compra de la población urbana y rural había aumentado de un modo considerable en un año. Las tarifas de la electricidad, del teléfono, del transporte y de los servicios públicos en general, habían sufrido reducciones drásticas, y se organizaban excursiones especiales del campo a la ciudad y de la ciudad al campo que en muchos casos eran gratuitos. Por otra parte, el desempleo se estaba reduciendo a grandes pasos, los sueldos subían, y la Reforma Urbana había aliviado la angustia mensual de los alquileres, y la educación y los útiles escolares no costaban nada. Las 20 leguas de harina de marfil de las playas de Varadero, que antes tenían un solo dueño y cuyo disfrute estaba reservado a los ricos demasiado ricos, fueron abiertas sin condiciones para todo el mundo, inclusive para los mismos ricos. Los cubanos, como la gente del Caribe en general, habían creído desde siempre que el dinero sólo servía para gastárselo, y por primera vez en la historia de su país lo estaban comprobando en la práctica.

Creo que muy pocos éramos conscientes de la manera sigilosa pero irreparable en que la escasez se nos iba metiendo en la vida.

Aún después del desembarco en Playa Girón los casinos continuaban abiertos, y algunas putitas sin turistas rondaban por los contornos en espera de que un afortunado casual de la ruleta les salvara la noche. Era evidente que a medida que las condiciones cambiaban, aquellas golondrinas solitarias se iban volviendo lúgubres y cada vez más baratas. Pero de todos modos las noches de La Habana y de Guantánamo seguían siendo largas e insomnes, y la música de las fiestas de alquiler se prolongaba hasta el alba. Esos rezagos de la vida vieja mantenían una ilusión de normalidad y abundancia que ni las explosiones nocturnas, ni los rumores constantes de agresiones infames, ni la inminencia real de la guerra conseguían extinguir, pero que desde hacía mucho tiempo habían dejado de ser verdad. A veces no había carne en los restaurantes después de la media noche, pero no nos importaba, porque tal vez había pollo.

A veces no había plátano, pero no nos importaba porque tal vez había boniato. Los músicos de los clubes vecinos y los chulos impávidos que esperaban las cosechas de la noche frente a un vaso de cerveza, parecían tan distraídos como nosotros ante la erosión incontenible de la vida cotidiana.

En el centro comercial habían aparecido las primeras colas y un mercado negro incipiente pero muy activo empezaba a controlar los artículos.

Yo tomé conciencia del bloqueo de una manera brutal, pero a la vez un poco lírica, como había tomado conciencia de casi todo en la vida. Después de una noche de trabajo en la oficina de Prensa Latina me fui solo y medio entorpecido en busca de algo para comer. Estaba amaneciendo. El mar tenía un humor tranquilo y una brecha anaranjada lo separaba del cielo en el horizonte. Caminé por el centro de la avenida desierta, contra el viento de salitre del malecón, buscando algún lugar abierto para comer bajo las arcadas de piedras carcomidas y rezumantes de la ciudad vieja. Por fin encontré una fonda con la cortina metálica cerrada pero sin candado, y traté de levantarla para entrar, porque dentro había luz y un hombre estaba lustrando los vasos en el mostrador. Apenas lo había intentado cuando sentí a mis espaldas el ruido inconfundible de un fusil al ser montado, y una voz de mujer muy dulce pero resuelta.

–Quieto compañero –dijo– Levanta las manos. Era una aparición en la bruma del amanecer. Tenía un semblante muy bello, con el pelo amarrado en la nuca como una cola de caballo, y la camisa de miliciana ensopada por el viento del mar. Estaba asustada sin duda, pero tenía los tacones separados y bien establecidos en la tierra, y agarraba el fusil como un soldado.

–Tengo hambre –dije.

Tal vez lo dije con demasiada convicción, porque sólo entonces comprendió que yo no había tratado de entrar a la fonda a la fuerza, y su desconfianza se convirtió en lástima.

–Es muy tarde –dijo.

–Al contrario –le repliqué–: el problema es que es demasiado temprano. Lo que quiero es desayunar.

Entonces hizo señas hacia adentro por el cristal, y convenció al hombre de que me sirviera algo aunque faltaban dos horas para abrir. Pedí huevos fritos con jamón, café con leche y pan con mantequilla, y un jugo fresco de cualquier fruta. El hombre me dijo con una precisión sospechosa que no había huevos ni jamón desde hacía una semana ni leche desde hacía tres días, y que lo único que podía servirme era una taza de café negro y pan sin mantequilla, y si acaso un poco de macarrones recalentados de la noche anterior. Sorprendido le pregunté qué estaba pasando con las cosas de comer, y mi sorpresa era tan inocente que entonces fue él quien se sintió sorprendido.

–No pasa nada –me dijo–. Nada más que a este país se lo llevó el carajo.

No era enemigo de la Revolución como lo imaginé al principio. Al contrario era el último de una familia de 11 personas que se habían fugado en bloque para Miami. Había decidido quedarse, y en efecto se quedó para siempre, pero su oficio le permitía descifrar el porvenir con elementos más reales que los de un periodista trasnochado. Pensaba que antes de tres meses tendría que cerrar la fonda por falta de comida, pero no le importaba mucho porque ya tenía planes muy bien definidos para su futuro personal.

Fue un pronóstico certero. El 12 de marzo de 1962, cuando ya habían transcurrido 322 días desde el principio del bloqueo, se impuso el razonamiento drástico de las cosas de comer. Se asignó a cada adulto una ración mensual de tres libras de carne, una de pollo, seis de arroz, dos de manteca, una y media de frijoles, cuatro onzas de mantequilla y cinco huevos. Era una ración calculada para que cada cubano consumiera una cuota normal de calorías diarias. Había raciones especiales para los niños, según la edad, y todos los menores de 14 años tenían derecho a un litro diario de leche. Más tarde empezaron a faltar los clavos, los detergentes, los focos, y otros muchos artículos de urgencia doméstica, y el problema de las autoridades no era reglamentarlos sino conseguirlos. Lo más admirable era comprobar hasta qué punto aquella escasez impuesta por el enemigo iba acendrando la moral social. El mismo año en que se estableció el racionamiento ocurrió la llamada Crisis de Octubre, que el historiador inglés Hugh Thomas ha calificado como la más grave de la historia de la humanidad, y la inmensa mayoría del pueblo cubano se mantuvo en estado de alerta durante un mes, inmóviles en sus sitios de combate hasta que el peligro pareció conjurado, y dispuestos a enfrentarse a la bomba atómica con escopetas. En medio de aquella movilización masiva que hubiera bastado para desquiciar a cualquier economía bien asentada, la producción industrial alcanzó cifras insólitas, se terminó el ausentismo en las fábricas y se sortearon obstáculos que en circunstancias menos dramáticas hubieran sido fatales. Una telefonista de Nueva York le dijo en esa ocasión a una colega cubana que en los Estados Unidos estaban muy preocupados por lo que pudiera ocurrir.

–En cambio aquí estamos muy tranquilos –replicó la cubana–. Al fin y al cabo, la bomba atómica no duele.

El país producía entonces suficientes zapatos para que cada habitante de Cuba pudiera comprar un par al año, de modo que la distribución se canalizó a través de los colegios y los centros de trabajo. Sólo en agosto de 1963, cuando ya casi todos los almacenes estaban cerrados porque no había materialmente nada que vender, se reglamentó la distribución de la ropa. Empezaron por raciones de nueve artículos, entre ellos los pantalones de hombre, la ropa interior para ambos sexos y ciertos géneros textiles, pero antes de un año tuvieron que aumentarlos a 15. Aquella Navidad fue la primera de la Revolución que se celebró sin cochinito y turrones, y en que los juguetes fueron racionados. Sin embargo, y gracias precisamente al racionamiento, fue también la primera Navidad en la historia de Cuba en que todos los niños sin ninguna distinción tuvieron por lo menos un juguete. A pesar de la intensa ayuda soviética y de la ayuda de China Popular que no era menos generosa en aquel tiempo, y a pesar de la asistencia de numerosos técnicos socialistas y de la América Latina, el bloqueo era entonces una realidad ineludible que había de contaminar hasta las grietas más recónditas de la vida cotidiana y a apresurar los nuevos rumbos irreversibles de la historia de Cuba. Las comunicaciones con el resto del mundo se habían reducido al mínimo esencial. Los cinco vuelos diarios a Miami y los dos semanales de Cubana de Aviación a Nueva York fueron interrumpidos desde la Crisis de Octubre. Las pocas líneas de América Latina que tenías vuelos a Cuba los fueron cancelando a medida que sus países interrumpían las relaciones diplomáticas y comerciales, y sólo quedo un vuelo semanal desde México que durante muchos años sirvió de cordón umbilical con el resto de América, aunque también como canal de infiltración de los servicios de subversión y espionaje de los Estados Unidos. Cubana de Aviación, con su flota reducida a los épicos Bristol Britannia que eran los únicos cuyo mantenimiento podían asegurar mediante acuerdos especiales con los fabricantes ingleses, sostuvo un vuelo casi acrobático a través de la ruta polar hasta Praga. Una carta de Caracas, a menos de mil kilómetros de la costa cubana, tenía que darle la vuelta a medio mundo para llegar a La Habana. La comunicación telefónica con el resto del mundo tenía que hacerse por Miami o Nueva York, bajo el control de los servicios secretos de los Estados Unidos, mediante un prehistórico cable submarino que fue roto en una ocasión por un barco cubano que salió de la bahía de La Habana arrastrando el ancla que había olvidado levar. La única fuente de energía eran los 5 millones de toneladas de petróleo que los tanqueros soviéticos transportaban cada año desde los puertos del Báltico, a 14 mil kilómetros de distancia, y con una frecuencia de un barco cada 53 horas. El Oxford, un buque de la CIA equipado con toda clase de elementos de espionaje, patrulló las aguas territoriales cubanas durante varios años para vigilar que ningún país capitalista, salvo los muy pocos que se atrevieron, contrariara la voluntad de los Estados Unidos. Era además una provocación calculada a la vista de todo el mundo. Desde el malecón de La Habana o desde los barrios altos de Santiago se veía de noche la silueta luminosa de aquella nave de provocación anclada en aguas territoriales. Tal vez muy pocos cubanos recordaban que del otro lado del mar Caribe, tres siglos antes, los habitantes de Cartagena de Indias habían padecido un drama similar.

Las 120 mejores naves de la armada inglesa, al mando del almirante Vernon, habían sitiado la ciudad con 30 mil combatientes selectos, muchos de ellos reclutados en las colonias americanas que más tarde serían los Estados Unidos. Un hermano de George Washington, el futuro libertador de esas colonias, estaba en el estado mayor de las tropas de asalto. Cartagena de Indias, que era famosa en el mundo de entonces por sus fortificaciones militares y la espantosa cantidad de ratas de sus albañales, resistió el asedio con una ferocidad invencible, a pesar de que sus habitantes terminaron por alimentarse con lo que podían, desde las cortezas de los árboles hasta el cuero de los taburetes. Al cabo de varios meses, aniquilados por la bravura de guerra de los sitiados, y destruidos por la fiebre amarilla, la disentería y el calor, los ingleses se retiraron en derrota. Los habitantes de la ciudad, en cambio, estaban completos y saludables, pero se habían comido hasta la última rata.

Muchos cubanos, por supuesto, conocían este drama. Pero su raro sentido histórico les impedía pensar que pudiera repetirse. Nadie hubiera podido imaginar, en el incierto Año Nuevo de 1964, que aún faltaban los tiempos peores de aquel bloqueo férreo y desalmado, y que había de llegarse a los extremos de que se acabara hasta el agua de beber en muchos hogares y en casi todos los establecimientos públicos.