Ni el bloqueo frena control y prevención del VIH-SIDA en Cuba.

.1 de diciembre, Día Mundial de Respuesta al VIH

Aimara y Freddy son dos jóvenes enfermos con VIH-SIDA. Quien lo desconozca no los vincularía jamás con esta letal enfermedad. Tienen buen color, adecuado peso y se muestran vitales y enérgicos en sus responsabilidades. Ellos, a pesar de los frenos que impone el bloqueo norteamericano a Cuba, reciben el tratamiento médico, alimenticio y social adecuados. El esfuerzo gubernamental se multiplica, pero es una realidad.
La epidemia en la Isla está bajo control, con una tasa de prevalencia estimada en la población sexualmente activa de 0,1 por ciento, reconocida como una de las más bajas del mundo.
Desde 1986, momento en el cual se creó el Programa Nacional de Prevención y Control del VIH/SIDA, en cada una de las provincias cubanas se potencian campañas de educación y prevención, que rinden sus frutos, aún sin contar siempre con los medios necesarios para implementarlas, como consecuencia de la política de asfixia económica que sustenta el gobierno de los Estados Unidos, de la cual no escapa el sector de la salud.
De ella se deriva que durante años han negado la venta de equipos para la técnica de diagnóstico y tratamiento de seropositivos y enfermos. No obstante, y para descentralizar la atención a las personas que conviven con el VIH-SIDA, en el Hospital Provincial Camilo Cienfuegos, de Sancti Spíritus, funciona hace un año el Laboratorio de Asimetría de flujo, donde se han atendido alrededor de 1 000 pacientes provenientes de Camagüey, Ciego de Ávila, Villa Clara y Cienfuegos, además de la provincia espirituana. Con el apoyo financiero del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se ha hecho posible el funcionamiento de tres laboratorios de este tipo localizados en Ciudad de La Habana, Santiago de Cuba y Sancti Spíritus.
De lo contrario, sería casi imposible pues no pocos informes publicados describen cómo también se entorpece en el mercado internacional la adquisición por nuestro país de importantes medicamentos o materias primas de origen estadounidense para la elaboración de fármacos y tratamientos a esta enfermedad. Incluso, han interferido en la entrada a la Isla de preservativos, como sucedió con los de marca Vive. A esta línea, perteneciente a la Population Service International, una Organización No Gubernamental (ONG), no le fue renovada en el año 2005 la licencia para continuar los proyectos de colaboración con Cuba, por parte del Departamento del Tesoro del gobierno norteamericano. De este y otros modos se han visto amenazados varios convenios cubanos con mercados internacionales que suministran los condones, único método seguro en la prevención del VIH/SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual.
Sin embargo, el Estado cubano prosigue con sus acciones de prevención, de control y garantiza una creciente calidad de vida a los enfermos, sin discriminaciones en una comunidad organizada, un sistema de salud con accesibilidad total, financiamiento estatal, que asegura la medicación antirretroviral para todos los que la necesitan.
De tal suerte, mientras unos 40 millones de personas viven infectadas de VIH/SIDA, de ellos el 95 por ciento en países en vías de desarrollo, Cuba lucha y trabaja por mantener la tasa de prevalencia de VIH/SIDA más baja del Caribe. Porque aunque el Imperio siga con sus zancadillas, los miles como Aimara y Freddy, jamás lamentarán haber nacido en esta Isla.