lunes, 17 de marzo de 2008

El 13 de Marzo

por: María del Carmen Fuentes / Televisión Camagüey

Han transcurrido 51 años de los sucesos del 13 de Marzo de 1957. Una gran parte de los cubanos y cubanas de hoy no habían nacido entonces. Mas la historia que nos acompaña –viva y dialéctica- nos ha hecho incorporar las imágenes del suceso a nuestra memoria e integrarlas al resultado de lo que somos.

Fueron los jóvenes universitarios los protagonistas de la acción. Heroicos, valientes, intrépidos, inconformes con los sufrimientos de la patria desbordaron altruismo, justicia…

Y es que el Directorio Revolucionario se propuso realizar una acción que decapitara a la tiranía de Fulgencio Batista, que en ese entonces imperaba en Cuba y que tenía ensangrentado al país. El Secretario General de esa agrupación, José Antonio Echeverría, organizó la acción que tenía la estrategia de golpear arriba.

El propósito de ajusticiar a Batista estuvo correlacionado con la ocupación de la emisora Radio Reloj, la toma de la Universidad de La Habana, la irrupción en cuarteles y el cierre de las comunicaciones. Mediante esta acción en la ciudad, los jóvenes cooperaban con los guerrilleros que combatían en la Sierra Maestra.

Los cincuenta jóvenes que entraron al antiguo Palacio Presidencial protagonizaron combates violentos; por lo que muchos jóvenes murieron, y a otros se les agotaron las municiones.

El máximo líder cubano Fidel Castro ha calificado el asalto al Palacio Presidencial del 13 de marzo de 1957 como "una operación bien organizada, un acto de extraordinaria audacia y valentía, en el que también hubo fallos e imponderables.

En la tarde de ese trece de marzo, Fidel Castro se encontraba en la falda de la loma de Caracas, en la Sierra Maestra, llevando adelante la campaña final de nuestras gestas libertadoras. Los guerrilleros siempre llevaban a cuestas algún radio, para estar al tanto de lo que ocurría en el país.

En el acto por los cuarenta años del asalto al Palacio Presidencial, hoy Museo de la Revolución, Fidel recordó que entre las tres y treinta ó cuatro de la tarde de ese día escucharon la señal de Radio Reloj. "Ese tic-tic, o toc-toc, o tac-tac, no sabía cómo definirlo bien -y no se escuchaba otra cosa. Yo les dije a los compañeros: "Algo extraordinario tiene que estar ocurriendo en La Habana. Y esperamos hasta que al fin empezaron aparecer las noticias del asalto a Palacio".

Ese 13 de marzo de 1957 quedó en la historia cubana como el día en que por unos segundos casi es ajusticiado el tirano Fulgencio Batista por un grupo de estudiantes, en su propia oficina.

Años después, en la actualidad, los jóvenes que protagonizaron aquella acción, y la acción misma, continúan reuniendo cada trece de marzo a los universitarios y a toda la juventud cubana en un ejercicio consciente de lealtad a la historia.

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