por María del Carmen Fuentes / Televisión Camagüey
Inmersos de lleno en las labores de la recuperación, los camagüeyanos comparten la satisfacción de intercambiar con parte del equipo realizador del esperado largometraje Kangamba, que esta noche se estrenará en el cine Guerrero de la capital agramontina.
La premier se hará de manera simultánea en otros 270 sitios del país, entre los que se incluyen no sólo las salas cinematográficas, también espacios abiertos y al aire libre, centros universitarios y la Escuela Militar “Camilo Cienfuegos” de Camagüey, como regalo del colectivo a la insigne institución visitada en la mañana de este jueves por Rogelio París, director de esta producción conjunta del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Varios actores de la película, entre los que se encontraban Armando Tomey, Félix Beatón y Renny Arozarena, así como París dialogaron también con trabajadores eléctricos y de la fábrica de tejas infinitas de la provincia, colectivos comprometidos seriamente con la recuperación de este territorio centro-oriental seriamente afectado por el azote del huracán Ike el pasado 8 de septiembre.
Un poco de historia…de la película
Durante 14 años, París acarició la realización de este proyecto, que aborda los sucesos acontecidos en los primeros días de agosto de 1983, cuando 82 asesores cubanos, en unión de más de 750 combatientes del ejército angolano, fueron cercados en Cangamba por fuerzas enemigas.
Los actos plenos de heroicidad de los asediados durante siete días, sin agua, medicinas y alimentos, se reflejan en Kangamba. El cambio de la letra inicial de C por K, obedece a las licencias que, desde el punto de vista de la ficción, aplicó el realizador París.
Como locación principal para su filmación se escogieron las llanuras del norte de Camagüey debido a las similitudes geográficas que estas guardaban con el territorio angolano. Aquella zona había sufrido cinco años de perenne sequía.
Africanizar una película que, a diferencia de Caravana —también obra de París—, no cuenta con un plano ejecutado en suelo del continente, fue una de las metas indispensables.
Ni los extras —más de cien entre combatientes y reservistas de las FAR— pudieron escapar de una selección minuciosa donde se privilegiaran las fisonomías más cercanas a los rasgos angolanos.
Uno de estos esfuerzos para lograr una mayor verosimilitud, capaz de trasladar al espectador a los hechos recreados fue, sin duda, el doblaje en voz de los propios actores a la lengua portuguesa. Un portugués que se aleja de las academias y se acerca más al que se hablaba en el sur de Angola durante la década de 1980.
Estos modos del lenguaje fueron reconstruidos a partir de las experiencias de los ex combatientes, y contó también con la asesoría de una profesora de portugués, quien ofició como traductora durante dos años de las tropas de la FAPLA.
Si difícil resultó el proceso de filmación, no menos complicado había sido el camino hacia el guión definitivo. Ocho textos le habían precedido en el intento de contar una historia donde confluyeran tantas experiencias; además de la intensa labor investigativa para la cual se entrevistó, con un equipo multidisciplinario, a la mayoría de los participantes.
Deviene entonces Kangamba en un filme que le es fiel a la memoria bélica de Cangamba, capaz de convencer a cualquiera que haya participado (o no) en una batalla.
Este viernes se realizará una exhibición especial en la ciudad de Bayamo, donde actualmente residen 40 ex combatientes, incluido Fidencio González, Héroe de la República de Cuba, figura a quien representa el personaje principal de Kangamba.
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