Elizardo Sánchez Santacruz, conocido también como El Camaján o el agente Juana perdió la compostura ante las cámaras que daban fe de la subordinación de los mercenarios cubanos a la Oficina de Intereses de Estados Unidos La Habana. ¿Tendría vergüenza el Camaján de haber sido sorprendido ridiéndole pleitesías a sus amos del imperio o decidió hacer pública la nueva señal de la Organización que él dirige? Saque usted sus propias conclusiones. Espere más imágenes.
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