Nacido el 28 de Julio de 1954 en esa localidad de los llanos de Barinas y
fallecido este martes en Caracas, fue el segundo de los seis hijos de
Hugo de los Reyes Chávez y Elena Frías, ambos maestros de educación
primaria.
Reconocido por una singular personalidad capaz de
captar los más diversos sentimientos populares, recibió en su formación
la influencia militar y al ingresar en una escuela de ese tipo en 1971.
Tras cuatro años de estudio, se graduó como subteniente y licenciado en
Ciencias y Artes Militares e inició una carrera en la entonces Fuerza
Armada Nacional, en la que alcanzó, en 1990, el grado de Teniente
Coronel.
De manera adicional, este proceso le facilitó el
conocimiento de los más recónditos sitios del país y la crítica
situación en que sobrevivían millones de venezolanos.
Seguidor
del pensamiento y la obra del Libertador, Simón Bolívar, Chávez realizó
también estudios de postgrado en Ciencias Políticas, que estructuraron y
sistematizaron sus tempranas inquietudes políticas y sociales.
Fueron precisamente esas inquietudes el origen de la fundación en 1982,
junto con otros oficiales del cuerpo castrense, del Movimiento
Bolivariano Revolucionario 200 (MBR200), en el entorno de una
deteriorada situación sociopolítica en el país, que condujo, en 1989, a
la explosión popular conocida como El Caracazo.
La Venezuela de
los años 80 y 90 del pasado siglo se caracterizó por el agotamiento del
modelo neoliberal instruido por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y
entronizado por gobernantes venales y corruptos, que llenó el país de
millones de pobres a pesar de las inmensas riquezas generadas por la
explotación petrolera.
Es en ese escenario en el que lidera, el 4
de febrero de 1992, una rebelión cívico-militar contra el presidente de
turno, Carlos Andrés Pérez, que terminó en un fracaso, pero con el "por
ahora" pronunciado por Chávez al asumir públicamente la responsabilidad
por esa acción, se convirtió en el punto de partida de un proceso
político que cambiaría al país.
Por esos hechos, Chávez estuvo
dos años en prisión, de donde salió fortalecido ideológica y
políticamente, y entonces fundó el Movimiento V República.
Tras su liberación, comenzó un peregrinar social y político por todo el país, además de sumar a sus filas a estudiantes, profesionales,
pequeños y medianos empresarios, campesinos, cultores, pescadores,
mineros, indígenas, obreros, mujeres, jóvenes, militares, dirigentes
locales y a la casi totalidad de la dirigencia de la izquierda
venezolana.
Todo ello bajo las banderas del rescate del
pensamiento bolivariano y de la convocatoria a una Asamblea
Constituyente para refundar el Estado, recuperar la soberanía popular y
nacional, así como transformar la estructura de exclusión social de las
grandes mayorías.
De esa forma, intervino en las elecciones
presidenciales del 6 de diciembre de 1998, apoyado por los partidos
Comunista (PCV), Patria Para Todos (PPT) y otros que mantenían entonces
posiciones de izquierda.
En esos comicios, Hugo Chávez fue
electo por el 56,2 por ciento de los votos válidos y se convirtió en el
47 presidente de Venezuela, apoyado por el voto popular con el entonces
segundo más alto porcentaje alcanzado por un candidato presidencial en
cuatro décadas.
Tras la toma de posesión, el 2 de febrero de 1999, los acontecimientos se sucedieron con inusitada rapidez.
Un referendo constituyente, la elaboración de una nueva Carta Magna en
sustitución de la de 1961 y su aprobación por el Parlamento el 15 de
diciembre, marcaron el primer año de gobierno y crearon las bases de un
profundo proceso de reformas políticas, económicas y sociales que
continúa en la actualidad.
En virtud de lo establecido por la
nueva Constitución Bolivariana, fueron convocadas elecciones generales
para el año siguiente, a fin de ratificar a todos los cargos de elección
popular, incluyendo la Presidencia, y en esa cita Chávez fue ratificado
al obtener el 59,76 por ciento de los sufragios.
Sin embargo,
la batalla política era intensa, pues las medidas ejecutadas por el
gobierno para afianzar la soberanía y consolidar la independencia, entre
ellas la Ley de Hidrocarburos de 2001, dirigida a recuperar los
recursos derivados del petróleo, soliviantaron en su contra a los
sectores más acomodados del país, que contaron entonces -y ahora- con el
respaldo de Estados Unidos.
El efímero golpe de Estado de abril
de 2002 y el paro petrolero de finales de 2003 y principios de 2004,
fueron los intentos más graves de la oligarquía venezolana, asociada a
intereses foráneos, de tratar de librarse de Chávez y de recuperar el
control del país, frustrados por la resistencia popular y de la mayor
parte de los militares.
Al mismo tiempo, comenzaron a ejecutarse
las misiones sociales, entre ellas, Barrio Adentro, para la atención
médica gratuita de la población de menos recursos, y Mercal, surgida
tras las carencias provocadas por el paro petrolero y dirigida a proveer
alimentos a bajos precios a los venezolanos.
Tras superar el
referendo revocatorio promovido por la oposición en 2004 y ser reelegido
en los comicios presidenciales del 3 de diciembre de 2006, Chávez
emprendió el período de gobierno 2007-2012 con un creciente apoyo de la
mayor parte de la población, que lo ve como el líder que les sacó de la
sempiterna exclusión y les cambió la vida.
Los comicios del 7 de
octubre del 2012 llevaron a la reelección del mandatario para un nuevo
periodo 2013-2019, con el respaldo del 55,07 por ciento de los electores
al acumular ocho millones 191 mil 132 votos, en un proceso donde la
participación llegó al 80,4 por ciento.
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