La organización Periodistas por la Verdad emitió un comunicado en el que critica “la doble moral” y el “rancio escarnio público” al que fue sometido el mánager de los Marlins de Miami Oswaldo Guillén por la comunidad cubana en la península de la Florida y los medios de comunicación de EE UU luego de admitir su amor por Fidel Castro, actitud por la que fue presionado por todas las maneras posibles, lo que motivó las disculpas y retractaciones del mánager.
Lea el comunicado completo de Periodistas por la Verdad:
Estados Unidos, país que se autodenomina “campeón” de la libertad de expresión y de los derechos humanos, dio una terminante demostración de doble moral al someter al más rancio escarnio público a Oswaldo Guillén, manager de los Marlins de Miami, por sus declaraciones a una revista en donde manifestó su admiración por Fidel Castro.
Fue el detonante para que la inquisidora maquinaria del Imperio, enquistada en Miami, prácticamente crucificara al ex pelotero, ante la mirada complaciente de sus aliados en Venezuela, quienes aplauden cualquier idea tutelada del Norte.
Claro, al estar nuestro país en la “lista negra” de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos desde 2002 -año del fracasado golpe de Estado- va una década de constante ataque por supuestamente contar Venezuela con “Leyes restrictivas, una “grave” criminalidad, ataques a la libertad de expresión y la “fragilidad” del poder judicial que, según analiza la Corte, afectan seriamente los DDHH en Venezuela.
No es la primera vez que deportista o figura pública alguna haya reflejado en un medio de comunicación su admiración por Fidel Castro. En el pasado lo hicieron Maradona, Sean Penn y Oliver Stone, y no hubo tal reconcomio como lo que ahora le sucede a Oswaldo Guillén.
Pero en Venezuela sectores de la oposición, ante la vista gorda de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, sí idolatra a asesinos de la talla de George W. Bush, Alvaro Uribe Vélez o Posada Carrilles y no pasa nada, es decir, la libertad de expresión se respeta.
Lo que le falta, en cambio a Guillen en Estados Unidos es que lo condenen a la silla eléctrica luego del terrible juicio público, político y en mayor medida económico, transmitido vía satélite por grandes cadenas cono CNN o Espn.
“Pido perdón con todo mi corazón en mis manos, de rodillas”, dijo Guillén prácticamente obligado, humillado, sometido al escarnio público y de manera denigrante, es decir, en una muestra que la comunidad latina en Estados Unidos no tiene derecho alguno de expresarse con libertad y opinión propia sin ningún tipo de lineamientos.
La ONG “Periodistas por la Verdad” se pregunta: ¿Quién es el gran beneficiado con todo este lío?. ¿Acaso no se trata de una victoria para la censura en un país que se dice adalid de la libertad de expresión?.
Para el Imperio, no importa el ser humano si lesionas intereses económicos y políticos…
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