El interés de algunos medios de prensa extranjeros acreditados en Cuba ha permitido conocer varios elementos alrededor de las personas que ocuparon durante alrededor 48 horas una iglesia en La Habana en contra de las autoridades católicas de la Isla y que a solicitud de estas fueron retiradas del lugar sin el empleo de violencia ni armas, que la agencia norteamericana AP pudo acreditar con los vecinos del templo.
A diferencia de lo que sucede con personas que han vivido situaciones similares en los países cuyos medios califican de “desalojo” lo ocurrido, los “disidentes” que permanecían en la Iglesia no han podido mostrar a la prensa huellas de haber sufrido un solo arañazo en su evacuación. Ellos dicen pertenecer a un desconocido “Partido Republicano de Cuba“, pero un diálogo de la Agencia France Press (AFP) con el “líder” del grupo sugiere que los hilos que manejan su conducta están del otro lado del Estrecho de la Florida.
Este individuo, nombrado Vladimir Calderón, declaró a la AFP que él es el “único de los tres directivos del Partido Republicano de Cuba que reside en la isla” porque “los otros dos viven en Estados Unidos”. Para confirmarlo, su retrato junto a la bandera de las barras y las estrellas no deja lugar a dudas de qué república está detrás de sus acciones, dirigidas, como denunció una declaración de las autoridades eclesiásticas cubanas, a “crear situaciones críticas a medida que se acerca la visita del Papa Benedicto XVI a Cuba”.
En una entrevista con uno de los espacios financiados por EE.UU. para la propaganda contra Cuba en la web Calderón había declarado: “Hay muchas personas que nos han llamado. Unos no están de acuerdo con la posición que hemos adoptado y otros sí nos apoyan, como es el caso de Guillermo Fariñas, Félix Navarro, Marta Beatriz [Roque] Cabello, José Daniel Ferrer. Es decir, hemos tenido contacto con varias personas que nos apoyan”. Casualmente, todos los mencionados son asiduos de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba; justo al inicio de la ocupación la también visitante de los diplomáticos norteamericanos, Yoani Sánchez, divulgaba la acción en su cuenta de Twitter, daba los teléfonos celulares para contactar con los “ocupantes” y decía haber hablado con ellos.
Y luego de la salida de estas personas de la Iglesia, de la misma fuente vino la orientación de a quiénes debía entrevistar la prensa extranjera.
Y, por su puesto, Fred y Vladimir fueron entrevistados pero nadie les preguntó por sus vínculos con Estados Unidos o con algunas de estas personas que sus funcionarios manejan en la Isla. “Que los compre el que no los conozca”, diría mi abuela.
(Tomado de La Pupila Insomne)
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