Cuando en 1987 la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), decidió establecer cada 26 de junio como Día Internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas, Cuba ya trabajaba sin descanso contra este flagelo.
Desde el triunfo revolucionario de 1959, en la Mayor de las Antillas se ha venido solidificando la estrategia de prevención y enfrentamiento. Aquí se han aplicado medidas severas contra los que participan en este tipo de actividades ilegales, pretendiendo utilizar la ruta natural hacia el principal centro de consumo de drogas del mundo: Estados Unidos.
Por ejemplo, en territorio cubano se arrestaron entre 1970 y 1999 casi 700 narcotraficantes extranjeros. Desde 1980 fueron confiscadas más de 100 aeronaves y embarcaciones de propiedad extranjera. La mayoría de los cargamentos con importantes cantidades de diferentes drogas, iban dirigidos al territorio norteamericano.
Las Tropas Guardafronteras (TGF) de Cuba y sus fuerzas colaboradoras, despliegan una efectiva estrategia antinarcóticos que ha influido en la disminución de las cifras de drogas incautadas y en la cantidad de hechos detectados.
Los datos muestran que en el 2010 el país confiscó nacionalmente 3 023 kilogramos, ligeramente inferior a los 3 186 kilogramos del 2009. En esta cifra inciden, fundamentalmente, los 2 422 kilogramos de drogas provenientes de los 108 recalos asegurados en las costas.
El destacamento de Tropas Guardafronteras de Camagüey tiene un sector abarcador, pues incluye todas las costas de la provincia y sus cayos adyacentes. Además, el canal Viejo de Bahamas es lugar propicio para el movimiento de distintos tipos de embarcaciones, entre ellas las lanchas rápidas que participan en acciones de narcotráfico internacional.
El corredor aéreo cercano también requiere mantener una vigilancia permanente, pues en ocasiones avionetas sospechosas de estar vinculadas a este tipo de delitos, atraviesan rápidamente el territorio nacional. Aún cuando sean detectadas y se registre su actuar, deben observarse detenidamente posibles acciones de bombardeos de drogas en puntos próximos a dichas costas.
Este destacamento de las TGF cuenta con unidades terrestres y navales, preparadas para afrontar cualquier situación que se presente. Igualmente, dispone de la técnica canina, cuyo empleo resulta de mucha eficacia en la detección de los recalos.
Para todos debe quedar claro que Cuba:
- No es cultivador, productor, ni exportador de drogas de abuso.
- No es territorio autorizado para actividades de narcotráfico.
- No es tierra para refugio de prófugos de la justicia de otras latitudes.
- No es sitio de almacenamiento de drogas de abuso de ningún tipo.
- No es nación altamente consumidora de drogas,
- Está dispuesta a castigar, con leyes más severas, toda actividad de narcotráfico.
- Se halla en condiciones de colaborar, y de hecho lo hace, con cualquier administración gubernamental dispuesta para la lucha contra el narcotráfico internacional.
No por casualidad, en 1994, nuestro país fue incluido en un Programa de Asistencia de las Naciones Unidas asociado con la Organización Mundial de Aduanas y con la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI). Este es el primer proyecto financiado por la ONU que se le otorga a Cuba en materia de drogas.
La Isla es parte de los 3 tratados multilaterales en vigor para la fiscalización internacional de drogas: la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes (Convención de 1961), enmendada por el Protocolo de 1972; el Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971; y la Convención de las Naciones Unidas Contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas, suscrita en 1988.
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