Vuelve a la historia el 24 de febrero

por: María del Carmen Fuentes / Televisión Camagüey

Un hecho significó para siempre al 24 de febrero en la historia de Cuba: el Grito de Baire. Se determinó aquel día de 1895 para continuar las luchas libertarias cuando el Lugarteniente General Antonio Maceo y Grajales expresó: !El 24 se rompe el corojo; digna expresión de rebeldía que convocó a todos los revolucionarios dispuestos a proseguir la contienda, cuya génesis fue el 10 de Octubre de 1868 en los campos de La Demajagua.

Aunque el alzamiento no pudo efectuarse por igual en todas las regiones del territorio nacional, el 24 de febrero se inició el movimiento revolucionario, en virtud de que la zona oriental sí logró responder a la convocatoria insurgente y el alzamiento efectuado en Baire fue el que dio nombre al comienzo del movimiento, que semanas después convirtió a Cuba en un verdadero campo de lucha.

Así se reiniciaba una Revolución hecha por los humildes, de proyección antiimperialista bajo la visión martiana.

Este día en Baire, hace 113 años, al igual que en Yara (1868), planteó la consigna de Independencia o Muerte; desde Céspedes hasta Martí los mismos ideales.

Los pobres de la tierra se alzaron esta vez guiados por un Partido Revolucionario de vanguardia, alzando la bandera de la insurrección.

Luego, con idéntica tradición de ser mejores patriotas, otro 24 de febrero, pero de 1976 se promulgó la primera Constitución Socialista de Cuba después de ser sometida a consenso popular, y refrendada por el 97,7 por ciento de los cubanos.

Hoy, en una jornada trascendental, esperada por muchos en el mundo, y también por los cubanos, el Palacio de las Convenciones será testigo de otro 24 de febrero histórico: la sesión constitutiva de la Asamblea Nacional del Poder Popular, unas horas después del Mensaje de Fidel a los cubanos.

Unas horas después de conocer su humilde y altruista decisión de no aceptar los cargos de Presidente del Consejo de Estado ni de Comandante en Jefe, dadas sus condiciones de salud, los 614 diputados al Parlamento Cubano, como representantes de la voluntad soberana de todo el pueblo tendrán la trascendental e histórica misión de elegir de entre sus compañeros de escaño, a quienes desempeñarán en los próximos cinco años las responsabilidades de Presidente, Vicepresidente y Secretario de la Asamblea, y de Presidente, Primer Vicepresidente, otros cinco Vicepresidentes, el Secretario y 23 miembros más del Consejo de Estado.

Guiados por el ejemplo y la obra de modestia, desinterés, sabiduría y grandeza de nuestro Fidel, los diputados protagonizarán una jornada de genuina continuidad histórica, de apego a los intereses de cubanas y cubanos, de dignidad sin límites porque las mismas ansias de independencia, justicia social, honor del 68, del 95 y del 1ro de enero de 1959 guiarán su elección.