Desde
finales de 2013 comenzó la reparación capital del Hospital Pediátrico
“Eduardo Agramonte Piña” de Camagüey. La institución data de 1908,
cuando era la antigua Quinta de Salud La Purísima Concepción, de la
Sociedad Colonia Española en Cuba. El proceso de mantenimiento e
inversión, nunca antes de tal envergadura, no solo recupera el valor
patrimonial del inmueble, sino que lo dota de mejores condiciones para
la atención médica a los niños de la provincia, e incluso, de otras
vecinas como Ciego de Ávila y Las Tunas, en especialidades como
Neurocirugía, Oncología, Cirugía Neonatal y Ortopedia.
A juicio de la arquitecta Tania Mendoza Ávila, jefa de obra de la
Empresa Contratista, este año ha sido decisivo para acelerar las labores
constructivas, luego de un 2014 en el que se concluyeron 6 salas, y la
de terapia intensiva donde se completaron los equipos de ventilación en
las 13 camas. Objetos de obra que se sumaron a los cinco salones de
operaciones, las salas de hospitalización de Gastroenterología,
Infecciones Respiratorias, Nefrología y Servicios Médicos
Internacionales y la central estéril, concluidas en el 2013.
“El actual calendario –asegura- contabiliza el mantenimiento total de
otras 8 para los servicios asistenciales a niños y niñas. Las de
mayores complejidades son las salas de Neonatología y la de Pediatría
que están a punto de concluirse. También las fuerzas constructoras
trabajan en una nueva sala de espera para los familiares de los
pacientes graves”.
El área de consultas externas del pediátrico camagüeyano igualmente
es objeto de un mantenimiento integral que permitirá reacomodar los
servicios, según los requerimientos de cada especialidad médica.
En la institución de salud agramontina el índice de mortalidad
infantil es de 2,5 por cada mil nacidos vivos. Un indicador de países
desarrollados, resultante de la alta preparación científica y humana del
personal médico.
“Además de este hospital provincial existen otros servicios de
pediatría en Camagüey, en los municipios de Florida y Nuevitas. Aquí
son 350 camas ubicadas en 17 servicios donde, entre otras acciones y de
forma gradual, se ha cambiado la deteriorada carpintería por puertas y
persianas de metal, se han remodelado las redes hidrosanitarias,
revestido con azulejos los cubículos e impermeabilizados los techos. Un
mejor avituallamiento y colocación de televisores y ventiladores en los
cubículos que en conjunto garantizan el confort a pacientes y
familiares”, puntualiza el Dr. Reinaldo Pons Vázquez, director del
hospital pediátrico.
Para el 2016 se prevé la conclusión del proceso de mantenimiento e
inversiones de la institución donde es evidente la mejoría de la
estancia, dadas las comodidades con respecto al acceso a los baños, la
disponibilidad de agua, las condiciones del mobiliario. Un ambiente
cada vez más positivo que permite al colectivo laboral desempeñar sus
funciones en un mejor clima de trabajo, al tiempo que los compromete a
velar por la disciplina necesaria para preservar este inmueble de
principios del pasado siglo, que desde 1968 distingue a la atención
pediátrica en Camagüey.
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